Con sus creaciones, Recordación perfecciona un elemento espiritual y cultural.
La Cuaresma y la Semana Santa se trata, sobre todo, de ponerse en contacto con la pasión y muerte de Jesucristo. Dentro de la tradición guatemalteca, uno de los elementos más representativos es el incienso, que, en un vaivén, se eleva de la tierra al cielo como una ofrenda de amor. En nuestro especial de los viernes toca el turno de explorar el sentido del olfato mediante Recordación, una firma que con sus fragancias ha acompañado a diversos cortejos procesionales y devotos.
Una mezcla
La experiencia, el rescate de la tradición litúrgica, la evocación de memorias y también un poco de magia están presentes en cada fragancia de Recordación. Fundada por Alexander Oxom y Jorge España, dos cucuruchos que aman la Semana Santa, la firma se dedica a perfeccionar el incienso, un elemento esencial y espiritual, pero que también tiene un carácter cultural.
Oxom lleva la pasión por las fragancias en la sangre, pues uno de sus antepasados fue perfumista: “En algún punto de la vida, en casa encontré libros, anotaciones y diarios de perfumes y notas, así como la forma de extraer ciertas cosas de productos orgánicos”. Sin embargo, dice, crear un incienso para un cortejo es más complejo, pues implica hacer una conceptualización del aroma que acompañará a la imagen.
Recordación se inició como “un experimento”, afirma Oxom: “En Guatemala tenemos inciensos tradicionales, como los de mirra y romero, pero nosotros queríamos ir más allá. Comenzamos a documentarnos acerca del antiguo rito de la iglesia, rescatando diarios y buscando en libros y en internet, para desarrollar los primeros prototipos”.
Creaciones
Formalmente, el proyecto arrancó en 2017. Pronto se corrió la voz acerca de sus creaciones, y empezaron los pedidos. De esta manera han dado vida a fragancias como Rey del Universo, para Jesús de los Milagros (San José), que tenía elementos extraídos de madera mezclados con flores de primavera y azahares; y Agnus Dei, para Jesús de Candelaria, compuesto básicamente por tulipanes holandeses.
Sus aromas también han acompañado a Jesús Nazareno de la Salvación (Santa Catalina Bobadilla), a la Virgen del Rosario (Santo Domingo) y la Virgen de Dolores del Cerro (Candelaria), para la cual confeccionaron un incienso fundamentado en orquídeas.
De acuerdo con Oxom, el tiempo de elaboración de un incienso varía: unos pueden llevar entre 1 y 2 semanas, y otros, entre 6 y 8 meses. Algo similar pasa con la cantidad, pues las horas y el número de incensarios de cada cortejo dictan los quintales necesarios. Más allá de las filas, Recordación también acerca esta tradición a los hogares de los devotos mediante su tienda en línea en Facebook: @recordacion.gt.