Los programas buscan fortalecer la comunicación entre padres, madres e hijos.
Menores y mujeres que carecen de amor y gratitud por parte de sus familiares son blanco fácil de los líderes pandilleros, quienes se aprovechan de las vulnerabilidades y les hacen cometer crímenes, cobros de extorsión, descuartizamiento y amenazas, ante lo cual las autoridades de la División contra el Desarrollo Criminal de las Pandillas (Dipanda) de la Policía Nacional Civil hacen el llamado a no ceder ante las “falsas ideologías que les hacen creer los cabecillas de las maras a los jóvenes”.
El jefe de Dipanda dijo que los líderes de la Mara 18 y de la Mara Salvatrucha en los centros carcelarios duermen en camas matrimoniales, con aire acondicionado, tienen estufa, refrigeradora, lavadora, televisión, juegos, entre otros objetos ilícitos.
“Pero los reclutados tienen Alerta Alba-Keneth; quienes huyen de su casa duermen en cuartos alquilados, en el suelo, sin comida, sin ropa, baños y, sobre todo, con el miedo de las instrucciones que les girará el líder de la pandilla, que serán, entre otras acciones, matar a quien no haya pagado la extorsión o a otro pandillero por quedarse con el dinero”, afirmó el titular de la División.
Ante ello, existen proyectos por parte de la Subdirección General de Prevención del Delito de la PNC, que buscan fortalecer la comunicación entre padres, madres e hijos, sobre la resistencia a las pandillas, talleres sobre maternidad y paternidad responsable, así como el tema de “fortalecimiento en la comunicación entre padres e hijos”.
Erick Tórtola, jefe de la Subdirección General de Prevención del Delito de la PNC, junto a los más de 500 agentes replicadores, imparte capacitaciones a padres de familia para que puedan entablar una comunicación ardua con los niños, niñas y adolescentes, para evitar la inclusión en pandillas.
Dentro de los proyectos están los programas de resistencia a las pandillas y talleres sobre paternidad y maternidad responsable.
Es importante recalcar que las familias de los cabecillas de las maras tienen a sus familiares viviendo en residenciales, con vigilancia y en buenas condiciones, pero no es lo mismo para las familias de los seguidores, que deben buscar cómo llevar un plato de comida a su casa. Lastimosamente, dentro de las acciones negativas de los pandilleros está el asesinato y descuartizamiento de mujeres, cuando no entregan el dinero de la extorsión una o varias veces.
