Álvaro González, ministro de Finanzas Públicas.
La tarea de captación y distribución de los recursos para el quehacer del Estado está en manos del Ministerio de Finanzas Públicas (Minfin). La situación actual de las arcas nacionales y los desafíos para contar con fondos que permitan el cumplimiento de los compromisos del Gobierno los expone Álvaro González, jefe de la cartera, en las siguientes líneas.
¿Cómo encontró las finanzas este gobierno, cuál es el estado actual y qué retos se tienen?
La transición administrativa en los 5 meses fue buena, pero fue complicado determinar el saldo de caja. De los Q1 mil 800 millones que el expresidente Morales ofreció, al 15 de enero eran Q435 millones; es decir, una diferencia de Q1 mil 365 millones. A eso hay que sumarle que no hubo aprobación de presupuesto para 2020. Sobre los retos, tenemos cerca de Q3 mil millones para cumplimiento de pactos colectivos, más algunos compromisos que el doctor (Alejandro Giammattei) hizo en su momento, como los 2 tiempos de comida en las escuelas, para lo cual se necesitan Q1 mil 200 millones; un seguro escolar, Q180 millones; un aporte a la Contraloría por Q60 millones; otros Q20 millones para el INE; Q20 millones para becas; Q1 mil 378 millones para el sector justicia, y así nos vamos sucesivamente a gastos ineludibles.
En resumen, estamos con un agujero de Q10 mil millones, de los cuales Q4 mil millones los podemos solucionar con transferencias y readecuaciones internas. Los Q6 mil millones vendrían de un préstamo del BID de apoyo presupuestario, por US $250 millones (Q1 mil 915 millones), en subir Q3 mil millones a la deuda bonificada, y el resto, Q1 mil millones, le estaríamos apostando a la recaudación tributaria. A grandes trazos, lo más importante es la ampliación del techo presupuestario, que esperamos solicitar al Congreso en las próximas semanas.
Q10 mil millones es el déficit presupuestario que identifica el Minfin.
¿Cómo prevé la reacción del Congreso a esta solicitud?
Creemos que puede reaccionar bien. Aunque muchos de los diputados son nuevos, saben que necesitamos la fuente de financiamiento para pagar sueldos. Ya tuvimos reuniones con la Comisión de Finanzas y Moneda, y con la bancada de la UNE. Lo hablamos abiertamente, y creo que están claros de la necesidad; lógicamente, también salió el tema de la orden de la Corte de Constitucionalidad (CC) sobre el cálculo de asignación a la Usac, municipalidades, el deporte y el sector justicia.
De aprobarse, ¿qué otras prioridades se atenderían?
La promesa básica del presidente Giammattei, desde la campaña, es concentrar esfuerzos en educación y en la lucha contra la desnutrición. A raíz de eso se está constituyendo, con ayuda del sector privado, un fondo de Q300 millones para solucionar el problema de la desnutrición crónica, pues 1 de cada 2 niños sufre de este mal. Esto se suma al préstamo Crecer Sano, del Banco Mundial, por US $100 millones, orientado a la desnutrición en los 7 departamentos con los índices más altos.
¿En qué se afectarían las finanzas si la CC confirma que se tienen que hacer con otro cálculo las asignaciones a la Usac, las comunas y otras entidades?
Esa instrucción vino a finales de noviembre del año pasado. Estamos pendientes de que la Corte resuelva unos recursos de aclaración sobre qué base se tienen que calcular los situados constitucionales. Un peor escenario golpeaba alrededor de Q8 mil millones las finanzas públicas, una cantidad que no se puede absorber en el momento. Hay otro escenario donde la cantidad se podría reducir, porque el dictamen genera ciertas dudas de interpretación.
¿Cuál es el techo presupuestario que se planteará en el Congreso?
Sin temas de resolución de la CC, estaría en alrededor de Q92 mil millones, pero estamos pendientes de la aclaración de la Corte, ya que se podría incurrir en un poco más de deuda.
¿Es suficiente para el país un presupuesto de Q92 mil millones?
No. Deberíamos tener un presupuesto de no menos de Q150 mil millones; es hipotético, pero esa es la realidad. Si no hubiera nada de defraudación tendríamos Q160 mil millones. Tenemos un presupuesto insuficiente, un Estado endeudándose para funcionamiento, lo cual es malo, porque nosotros tendríamos que endeudarnos para inversión y no para funcionar. Pero eso lo lograremos recaudando más.
En la recaudación de 2019, la brecha fue de Q1 mil 391.6 millones. ¿Ha analizado el Directorio algún mecanismo para fortalecer la SAT?
Hay varios. La brecha no fue tan grande, y creo que el superintendente anterior (Abel Cruz) tuvo buenas iniciativas, como la Factura Electrónica en Línea (FEL), cambios en el RTU y proyectos en aduanas; lastimosamente no dieron tiempo a ejecutarlos en su totalidad. Al mes pasado, la FEL dejó alrededor de 28 millones de documentos tributarios. Esto quiere decir que está funcionando y nos permitirá la trazabilidad de los recursos y el uso de sistemas, para saber a quién y cómo ir a fiscalizar. Eso lo tenemos que amarrar con el 30-C (artículo del Código Tributario para acceder a información de los pagadores, sin solicitud, previa al Ministerio Público), que nos permite entrar con una simple orden de juez a la cuenta de los contribuyentes. Además, está el proyecto, con apoyo de la embajada de EE. UU. y el sector privado, de instalar puestos de control interinstitucional para paliar el contrabando; el primero esperamos tenerlo antes del 30 de abril.
Tanques de pensamiento y la SAT refieren que hay Q30 mil millones (anuales) en contrabando y defraudación aduanera. Y a esto le sumamos el Q78 % de evasión de Impuesto Sobre la Renta y el 42 % de Impuesto al Valor Agregado. Esto quiere decir que actualmente se evaden Q70 mil millones, y solo se recaudan Q64 mil millones. Entonces tenemos que entrarle a la evasión y a la lucha frontal contra el contrabando.
Tenemos el problema con la recaudación; hemos dicho abiertamente que no se van a subir impuestos, lo que tenemos que hacer es que crezca la base de recaudación, haciendo que los contribuyentes paguen lo que tienen que pagar y facilitar el pago de impuestos de quienes no están pagando. Por ello, la elección del nuevo superintendente, que esperamos tenerlo para el 31 de marzo, obedecerá a un perfil de alguien con diferentes capacidades respecto de gerenciar y con carácter necesario para hacer los cambios internos dentro de la SAT y tomar el control en los puertos del país.
“La FEL nos permitirá la trazabilidad de los recursos y el uso de sistemas, para saber a quién y cómo ir a fiscalizar.”
¿Cómo está el manejo de las finanzas en relación con la austeridad?
Estamos trabajando en una contención del gasto al máximo nivel, como lo pidió el Presidente, que los ministros vayan permeando la necesidad de reducir gastos, contrataciones y otros. Estamos también (trabajando) en un sistema que nos permita una mejor transparencia, no solo en el gobierno central, sino también en las municipalidades y otras instituciones.
Perfil
- Álvaro González Ricci es el actual ministro de Finanzas Públicas. Cuenta con una Licenciatura en Mercadotecnia, por la Universidad Rafael Landívar.
- Fue diputado al Congreso de la República; en 2015 integró la Comisión de Finanzas Públicas y Moneda de dicho órgano estatal.
- En 1997 fungió como gerente general de Transacciones Bursátiles, S. A., y de 1998 a 2005 fue vicepresidente de City Bank.