Los países que conforman el Sistema de la Integración Centroamericana (Sica) unieron esfuerzos para garantizar la prevención y detección de casos de coronavirus, conocido como COVID-19, que puedan ingresar en sus territorios.
La activación de los protocolos de vigilancia sanitaria y las medidas adoptadas en las diferentes puertas de entrada a cada nación han permitido que el Istmo no figure en el reporte de contagios de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Y es que según la OMS, hasta la fecha en la región de las Américas se han reportado 31 casos confirmados por laboratorio: 15 en los Estados Unidos, 13 en Canadá, 2 en México y 1 en Brasil.
Además, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha impartido capacitaciones dirigidas a especialistas químico-biólogos (virólogos) de las naciones del Sica: Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana, quienes también han impulsado acciones de prevención en los diferentes puntos de ingreso en cada uno de sus territorios.
Las acciones
Guatemala estableció un llamado de alerta máxima a la población y medidas de prevención en embarcaciones y vuelos, mientras que la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres se declaró en alerta amarilla institucional.
Como consecuencia de que una familia llegó procedente de Corea del Sur, el Gobierno decidió colocarles en cuarentena como medida preventiva. Sin embargo, no hay reportes de contagio.
Honduras ha reportado el cumplimiento de los protocolos establecidos y fortalecido la vigilancia. Sobre el caso de una hondureña que arribó a Honduras y que también hizo escala en El Salvador y Estados Unidos, las autoridades de Salud y la OPS en ese país aseguraron que la persona está estable y enfatizaron que no “hay pacientes confirmados de coronavirus”.
Mientras tanto, el Gobierno salvadoreño incrementó su capacidad preventiva, ya que cuenta con una nueva técnica de laboratorio que permite confirmar o descartar casos sospechosos.
Esta es parte de la ayuda de la OMS. Asimismo, el presidente Nayib Bukele anunció una pausa temporal en el ingreso de personas procedentes de Corea del Sur e Italia, con el fin de evitar el ingreso de personas contagiadas.
Nicaragua ha reforzado sus sistemas de vigilancia para detectar de manera temprana una sospecha de contagio y evitar su propagación, por lo que ha extremado las medidas en educación del personal de salud y migración, atención de las personas y monitoreos permanentes en los puestos fronterizos, aeropuertos y puertos.
Por su parte, el Ministerio de Salud de Panamá informó que ha invertido $2.5 millones ante el COVID-19, en medidas como la adquisición de insumos de protección personal y de emergencia, compra de equipos y medicamentos, campañas de información a la población, preparación de emergencias y cobertura de lugares de entrada, entre otros.
Además, dada la rapidez con que avanza y se transmite el virus, el Gobierno de Costa Rica confirmó que cuentan con una prueba molecular de laboratorio para detectar de una forma rápida el virus, y aseguró estar preparado, ya que cuenta con un robusto Sistema de Salud.
En el Caribe
Mientras tanto, en República Dominicana el Ministerio de Salud Pública está a la espera de los resultados de las pruebas de laboratorio que confirmen o descarten el coronavirus en cuatro personas, tres rumanos y un dominicano, que están ingresados en la unidad de aislamiento del hospital militar Ramón de Lara.
En Belice también han reforzado las medidas y continúan implementando sus protocolos para prevenir o enfrentar posibles casos.
Los países miembros del Sica continúan con las medidas de seguridad sanitaria en pasos fronterizos aéreos, terrestres y marítimos para evitar el ingreso del COVID-19. Además, han instalado equipos tecnológicos en estos puntos, imparten charlas, capacitaciones, hay un despliegue de información y fortalecen las oficinas sanitarias, entre otras acciones.
La OMS insta, en primer lugar, a acatar las recomendaciones relativas a los viajes internacionales, así como estar preparados para “adoptar medidas de confinamiento, como la vigilancia activa, la detección temprana, el aislamiento y el manejo de los casos, el seguimiento de contactos y la prevención de la propagación del mal, así como proporcionar a la Organización Mundial de la Salud todos los datos pertinentes”.