“Profe, ¿qué tengo que hacer para viajar a Argentina?”, pregunta uno de los 20 jóvenes del Centro Juvenil de Detención Provisional Las Gaviotas, en la zona 13 capitalina. “Portarte bien”, responde el chef argentino, durante el inicio del curso de parrillero profesional que está implementando la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia para los menores en conflicto con la ley.
Los 20 adolescentes recibieron una gabacha y una redecilla, y con un cuaderno comenzaron a tomar nota de los ingredientes necesarios para preparar una salsa criolla, chimichurri y la masa para empanadas de carne, un clásico de la cocina argentina.
De acuerdo con Francisco Molina, titular de la Secretaría de Bienestar Social, “esta actividad surge de la iniciativa Dame Chance, que busca dar una segunda oportunidad a las y los adolescentes privados de libertad, a quienes se les dota de herramientas que les servirán para emplearse en un trabajo digno o subsistir de una manera idónea y honrada al finalizar su sanción”.
Los adolescentes comienzan a picar el tomate, otros preparan la masa, mientras los aromas invaden la cocina y el ambiente se transforma, parece que no están en un centro de detención, sino en la antesala de un ambiente donde los comensales se preparan para una comida; estos aromas podrían ser la señal de un futuro más prometedor para los jóvenes ahora internos.