El Atlético muestra determinación y supera en casa al Liverpool.
El Atlético de Madrid resurgió con ímpetu, se rebeló contra los pronósticos y doblegó 1-0 al Liverpool, en el partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, un ejercicio de determinación contra el actual campeón de Europa y con un gol de Saúl Ñíguez para agitar una eliminatoria tremenda.
Aún queda la visita definitiva a Anfield, el 11 de marzo, pero el Wanda Metropolitano relanzó al conjunto rojiblanco con una fuerza imprevista, no solo capaz de repeler casi cada ataque del mejor equipo del momento, sino de hacerle daño también en el otro área y de derrotarlo con merecimiento… Y con ocasiones para más.
Nadie contaba con el Atlético… menos el Atlético. Cuanto más gigantesco parece el desafío, cuanto más en su contra siente todo, frente a la eliminatoria en la que se presuponía con más inferioridad que nunca en la era Simeone, en el momento también más incierto de estos ocho años, surge de nuevo un equipo que no entiende de lógica.
Desde sus trazos más reconocibles de entonces, desde el manejo que tiene de los espacios defensivos, desde la capacidad a veces conmovedora que tiene para sufrir, desde la rigurosidad táctica que lo hicieron inabordable para tantos y tantos equipos -el Liverpool no exigió ni una sola parada de Jan Oblak, aunque sí remató fuera- y desde una voracidad ofensiva desconocida en la actual temporada.
Sin el balón casi siempre, el partido que planteó le salió prácticamente perfecto. Desde la puesta en escena. Ni siquiera en el mejor encuentro imaginado, el Atlético habría marcado tan pronto como ayer. A los 3 minutos, por medio de Saúl, quien empujó el gol frente a Alisson, después de un saque de esquina y un rechazo hacia atrás de Fabinho. Un dato en el área: había 4 atléticos para rematar, y 8 rivales para defender.
No necesitó ninguna parada el guardameta, ni en el primer tiempo ni en todo el choque, incluso cuando se sintió más encerrado; al contrario que Alisson, porque, entre tal panorama, el Atlético también fue mucho más incisivo cuando acertaba a salir de la presión contraria. De no ser por el portero brasileño, por ejemplo, Morata habría anotado el 2-0. Cada vez que atacó el equipo rojiblanco, hubo sensación de amenaza.
Juegos de ida
AYER
Atlético Madrid–Liverpool 1-0
B. Dortmund–Paris SG 2-1
HOY
Atalanta–Valencia 14:00
Tottenham–RB Leipzig 14:00
25-02
Chelsea-Bayern Munich 14:00
Napoli-Barcelona 14:00
26-02
Lyon-Juventus 14:00
Real Madrid-Man. City 14:00