Dulzura y precisión emanan de la Marimba Femenina de Concierto.
Cada vez que las 12 integrantes de la Marimba Femenina de Concierto Ixoquib’ Ajq’Ojomab sostienen las baquetas y golpean las teclas morenas, desprenden dulzura y precisión. El estilo con el que se acercan al instrumento nacional las ha hecho resaltar, desde hace 18 años, en el gremio artístico. En el mes dedicado a la marimba, Los de siempre se transforma en Las de siempre para reconocer a las artistas que componen esta agrupación del Ministerio de Cultura y Deportes.
Las encontró
Pareciera que la marimba decide quién se enamorará de ella, y va en busca de músicos a quienes les demanda amor y pasión. En diferentes contextos, ya fuera por tradición familiar o por los estudios, este instrumento encontró a Vivian Arana, Heidi Corzo, Siomara Castellanos, Karina Segura, Mirna Gómez, Waleska Siekavizza, Patricia Santizo, Evelyn Godínez, Clara Juárez, Miriam Catalina Girón, Victoria Santizo y Mónica Lou, quienes, bajo la dirección de Julio García, integran la Marimba Femenina de Concierto.
Abrir camino
“Cuando comenzamos, en 1992, no existía una marimba compuesta solo por mujeres. Nos pusimos el reto de abrir brecha en un gremio lleno de hombres”, apunta Arana, una de las integrantes fundadoras. Santizo dice que aunque en principio fue difícil, estaban decididas a que su talento y su estilo para ejecutar el instrumento nacional fuera lo que las hiciera resaltar y ganarse el respeto de sus compañeros.
Gómez recuerda que en 2001 un casete con melodías de la agrupación llegó a oídos de un diputado, quien, al enterarse de que eran piezas interpretadas solo por mujeres, se sorprendió. Fue así como, un año más tarde, y bajo la directriz de Otilia Lux de Cotí, ministra de Cultura y Deportes de aquel entonces, se creó la Marimba Femenina de Concierto Ixoquib’ Ajq’Ojomab.
Las aventuras
Desde entonces, el conjunto empezó a esparcir su delicadeza sonora por cada lugar que visita. Las intérpretes han recorrido casi cada rincón de Guatemala, pero también otras naciones, en donde han brillado por ser mujeres y por su manera de “acariciar” las teclas. “Ver cómo nuestras presentaciones son un abrazo a los inmigrantes, o que al interpretar piezas del país que visitamos el público responde con una ovación, nos deja sin palabras”, comenta Girón.
Por las nuevas generaciones
Castellanos, Segura y Corzo coinciden en que es “un privilegio” dedicarse a su pasión. Por eso, desde sus inicios la agrupación buscó ser un espacio en el que las marimbistas pudieran desarrollarse libremente. Este objetivo se ha hecho realidad en el conjunto actual, en el que se unen diferentes generaciones.
“Para nosotras, de la nueva generación, es normal ver a las mujeres en las marimbas, pero sé que hace unos años era imposible. Debemos normalizar que muchas más mujeres formen sus propios grupos en cualquier rama del arte”, puntualiza Lou, la más joven de las integrantes.