El Tren Maya, una obra con la que el Gobierno mexicano pretende revitalizar el sureste de México, avanza con la licitación del primer tramo físico y con el interés de firmas nacionales y extranjeras, entre ellas varias españolas, pese a la polémica generada en ciertos sectores.
Con una inversión pública de unos 120 mil millones de pesos (unos US $6 mil 389 millones), la obra es impulsada por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien ha remarcado en los últimos días la importancia de su construcción, la cual ha sido señalada por opositores por sus posibles afectaciones al medioambiente. “El Tren Maya va”, dijo López Obrador el jueves, “la gente lo quiere” y apoya la obra.
El mandatario ha explicado en distintas ocasiones que la obra, cuya extensión es de mil 460 kilómetros, ayudará a reactivar la economía en 5 estados de México: Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, en el sureste del país. México, EFE