El Tottenham Hotspur de Jose Mourinho se metió ayer en los octavos de final de la Copa de Inglaterra, con un triunfo in extremis sobre el Southampton (3-2) fraguado en los últimos minutos. El surcoreano Heung-min Son evitó que el juego se fuera a la definición por remates desde el punto penal, al fabircarse una falta que él mismo convirtió desde los 11 metros. Londres, EFE