El exjugador de Aurora analiza el nivel del balompié nacional.
En la memoria de Juan Manuel Magua Dávila está fresco ese sábado de 1981, cuando el técnico uruguayo Rubén Amorín (Q.E.P.D.) llegó a su casa en la colonia Proyectos 4-3, zona 6, y lo invitó a jugar con el Club Aurora.
Es un recuerdo muy especial para el exjugador, quien a sus 56 años no olvida sus primeros pasos en el balompié. “Ese día mi padre lloró de felicidad, sabía que empezaba una nueva vida para mí”, dice emocionado.
Ya han pasado 38 años y con ello toda una carrera en el futbol guatemalteco, que tras el retiro en el 2000 intentó encarrilar su vida como entrenador, pero el destino le tenía preparado algo diferente.
La emoción y sentimiento por el futbol sigue intacto, sin embargo lo sigue de lejos debido a su actual trabajo en la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), pues es delegado de Aduanas en Melchor de Mencos.
Fueron 20 años de carrera y con esa experiencia y recorrido comparte algunas reflexiones sobre la crisis de Aurora en la Primera División, la falta de jugadores referentes en el futbol guatemalteco y el frustrado sueño de la Selección Nacional de asistir a una Copa del Mundo.
Falta compromiso
“Da lástima lo que está pasando con Aurora, pues ya son varios años en la Primera División y no hay forma de que levante el nivel”, asegura Dávila, quien fue campeón con los aurinegros en las temporadas de 1984, 1986 y 1992.
El exjugador considera que el plantel militar necesita que los jugadores tengan más amor a la camisola. “Durante todos estos años en la Primera ha faltado carácter y habido poca personalidad para sacar adelante el equipo”.
La historia en el futbol de Magua Dávila se resume con los tres título de campeón con Aurora, tres títulos de Copa, tres copas de campeones de campeones. Con la Selección de Guatemala jugó dos eliminadoras mundialistas, dos Juegos Centroamericanos y del Caribe, además integró el combinado que asistió a los Juegos Olímpicos de Seúl, Corea 1988.
Trabajo serio
En el tema de la Selección de Guatemala, resaltó que necesita mantener el trabajo serio y a largo plazo para ir sacando al futbol nacional del mal momento. “Todos soñamos con asistir a una Copa del Mundo, pero inexplicablemente no se ha podido. Sabemos que es una tarea difícil, pero que hay que trabajar para lograrlo”.
Dávila considera que parte de la crisis del futbol es que el nivel de la Liga Nacional no es el mejor y eso ha repercutido en la calidad de jugadores que llegan al combinado nacional.
“Actualmente el futbol guatemalteco no tiene ningún referente. Creo que estamos viviendo un momento bien difícil. El último en dejar huella fue Carlos el Pescado Ruiz, después intentó Marco Pappa, pero ya no pasó nada. En el caso de José Manuel Contreras (suspendido por dopaje) ya la edad no le ayuda”, expresa.
Máxima ilusión
El exjugador de Aurora sigue vibrando con el futbol, sobre todo porque dos de sus seis nietos ya juegan al futbol y según él darán de qué hablar en el futuro.
“Tengo la ilusión con mi nieto Alejandro Dávila Reynoso, de 18 años, quien se entrena en las ligas menores de Comunicaciones, bajo la dirección técnica de Anibal Vargas, que le está dando la oportunidad”, manifiesta con alegría.
Su otro nieto es Luis Diego Dávila, de 15 años, quien asegura está empezando a entrenar con los cremas, pero quiere llevarlo a Aurora. “Soy feliz viendo cómo juegan. Les veo bastante capacidad, uno es centro delantero y el otro volante. Siempre los aconsejo en lo del futbol y también en que estudien, porque el futbol al final no lo es todo”, concluye.