Una compañía argentina lo invita a vivir una propuesta escénica inclusiva.
Hace dos años, la compañía argentina Empacho Teatro a Ciegas comenzó un viaje que ya los ha llevado a despertar el oído, el olfato y el tacto en la oscuridad. En sus obras, que ya se han presentado en 10 países, los artistas invitan a las personas con discapacidad visual a disfrutar de una historia plenamente, y a los espectadores sin esta condición, a vivirla desde los zapatos de quienes no ven el arte, pero sí lo sienten. Descubra esta propuesta el jueves 30 y el viernes 31 a las 18:00 en Casa de Cervantes, 5a. calle 5-18, zona 1. La admisión es de Q60 y el cupo es limitado.
Mundo maravilloso
En 2012, las dramaturgas argentinas María Agustina Muñoz y Brenda Rosencovich se enamoraron de la idea de usar las artes escénicas para entender el mundo de la gente con discapacidad visual. Inspiradas por Camilo Varela, un niño invidente de ocho años, decidieron fundar Empacho Teatro a Ciegas y demostrar que en la oscuridad también surge el arte.
“Queríamos que las personas con ceguera disfrutaran de un teatro creado para ellas y que aquellas sin esta discapacidad pudieran ponerse en sus zapatos y experimentar su maravilloso mundo”, comenta Rosencovich. Con base en las vivencias de gente invidente, y ayudadas por la imaginación, olores, sonidos, sabores y texturas, María y Brenda escribieron las siete piezas que conforman el repertorio de la compañía.
Su programa los ha llevado a presentarse en Brasil, Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, México y, ahora, Guatemala. “Es la primera vez que venimos a este país y estamos emocionados de montar nuestra obra Yordi. Es la historia de un chico que se enfrenta a la sociedad actual, con temas como el acoso callejero, la homosexualidad, la diversidad y la libertad”, manifiesta el actor de Empacho, Sebastián Velásquez.
*DATO: reserve su entrada por medio de WhatsApp: 4189-7678 o en Facebook @empacho.teatro.
Transformar
Ya sea por medio de una tragicomedia, una comedia romántica, un thriller psicológico o un drama, durante 60 minutos y con un antifaz puesto, el público recrea lo que las personas con discapacidad visual viven a diario.
“Con el arte construimos mundos sensoriales que nos ponen en el lugar del otro y que nos permiten transformar nuestra sociedad en una más inclusiva y entender que la oscuridad también está llena de vida”, puntualiza Elvio Ismael Lescano, intérprete de Empacho.