¡Feliz Año Nuevo chicos! Les deseo un 2020 próspero y lleno de amor. Para la primera columna del año decidí hacer un Trágame Tierra, pues en diciembre rememoré muchos momentos que me mataban de la pena. ¿No les pasa que a veces van en el carro y se recuerdan de algo que les pasó y gritan? A mí sí.
Pero bueno, todos somos humanos y nos confundimos. Espero que leer lo que le ha pasado a los demás los ayude a liberar malos recuerdos para empezar limpios este año.
El conductor profesional: “Le dije a mi novia del colegio que sabía manejar, pero era mentira. Cuando traté de mover el carro cabeceó tanto que me dijo: ‘¿querés que maneje yo?’ Y tuvo que manejar ella”.
Querido amigo, siento mucho que el carro de tu novia fuera mecánico, con automático tal vez hubieras podido sacar la tarea. Posdata: qué oso.
El fantasma: “Un día en mi extrabajo salí corriendo y me estrellé contra la puerta de vidrio. Toda la oficina escuchó”.
El ser humano ha tratado por muchos años de ser fantasma y atravesar las puertas de vidrio, pero aún no hay pruebas de que alguien lo haya logrado. Yo, por mi parte, he contribuido mucho al estudio. Posdata: Que bueno que solo te escucharon y no te vieron.
Campeona: “Jugamos beer pong y me hizo mal la cerveza. Me dio náusea y vomité enfrente de mi crush”.
Amiga, a todos nos hace mal tomar la cerveza a fondo. ¡Espero que no haya sido una primera cita! Posdata: hay cosas que el helado de vainilla no soluciona.
Chica fit: “Estaba en el gimnasio e hice mucha fuerza”.
¿Pueden adivinar el resto?
Ok, esta soy yo:
Prometí contarles mi Trágame Tierra, así que aquí va. Hace algún tiempo trabajé en X lugar. Total que nunca he sido muy buena hablando y le tenía que explicar algo a mi nuevo jefe, que me ponía medio nerviosa. Tenía que decir “podemos coser”, pero dije la palabra con “g” en vez de “s”. Sí… mátenme. Nunca voy a olvidarlo. Los dos nos reímos (él más que yo) y luego pedí perdón al menos 100 veces.
…En conclusión
Y bueno, ya que les conté el peor Trágame Tierra de la historia, los dejo con un abrazo y muchas ganas de seguir escuchando sus historias de amor. ¡Estén pendientes!
Feliz Año Nuevo,
Señorita Corazón.
Por Eugenia Cruz