La Ópera Estatal de Praga, construida a finales del siglo XIX
en la época del Imperio Austria Húngaro, reabrió hoy sus puertas tras una
reconstrucción integral que duró más de tres años. Representantes de numerosos países, entre ellos, el
primer ministro húngaro, Viktor Órban, o la comisaria federal de Cultura de
Alemania, Monika Grütters, asistieron a la gala.
Con motivo de su reinauguración, se ofreció un concierto bajo
el título La Ópera Estatal:
transformaciones en el tiempo (1888-2018) pasando revista a sus no menos de
130 años de historia, con la participación de los cuatro elencos que tienen su
sede en esta casa.
El edificio de estilo neoclásico fue hasta 1938 el principal
exponente teatral en lengua alemana en la capital checa.
La Ópera se encuentra en el centro de Praga, a pocos metros
del antiguo Parlamento Federal checoslovaco y del Museo Nacional, donde fue
inaugurado en enero de 1888 con la puesta en escena de Los maestros cantores de Nuremberg, de Richard Wagner.
Durante la ocupación nazi (1938-1945) el teatro permaneció
cerrado y durante el comunismo (1949-1989) funcionó bajo el nombre Teatro
Smetana, en referencia al compositor checo Bedrich Smetana.
Solo tras el retorno a la democracia a finales de 1989, el
teatro se convirtió en la Ópera Estatal de Praga, y ofrece actualmente unas 300
funciones por año.
Tras su reconstrucción, presupuestada en 2016 con €34
millones (Q292.5 millones) y cuyo coste final se disparó hasta €52 millones (Q447.4
millones), el teatro dispone ahora de una nueva tecnología de escenario, salas
renovadas de ballet, músicos y coro, un moderno sistema de aire acondicionado,
y hasta un nuevo telón que copia el diseño original.
Las butacas ofrecen además pantallas individuales para seguir
con subtítulos las representaciones en varias lenguas.
*EFE