La agricultura familiar y su adaptación al cambio climático será clave para garantizar la seguridad alimentaria, dijo durante la Cumbre del Clima la directora del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), Margarita Astrálaga.
Según Astrálaga, hay 550 millones de familias que trabajan en agricultura familiar: “Dos billones de personas que dependen directamente de esa agricultura, y esa población en los países en desarrollo es la que produce el 80 % de los alimentos de sus territorios”.
“Son los más vulnerables al cambio climático, dependen de si llueve o no para poder cultivar, porque ellos no tienen riesgos sofisticados, no tienen acceso a luz, a carreteras ni a un lugar donde guardar la cosecha”, explica.
En ese sentido, la directora apunta a que su función es “fundamental si queremos garantizar la seguridad alimentaria”.
“Si no tomamos acción y no les damos financiación, ellos no podrán sobrevivir haciendo el trabajo que hacen, pero también avanzar porque cada vez que viene un choque climático ellos lo sufren primero”, insiste. Madrid, EFE