Guiomar Bay, Oficial de Asuntos de Población del Celade/Cepal.
Después de los resultados del XII Censo Nacional de Población y VII de Vivienda, entregados en septiembre último, el Instituto Nacional de Estadística presentará este mes la proyección total de la población, mediante un proceso de conciliación (personas censadas más las omitidas), el cual es acompañado por el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (Celade). Guiomar Bay, oficial de Asuntos de Población de dicha instancia, expone el respaldo a Guatemala.
¿Qué se espera de los resultados de la conciliación demográfica, y cómo va?
Estamos en la etapa final de un proceso que trae, justamente, la curiosidad de saber la estimación de cuántas personas faltaron. Lo más importante no es solo llegar a obtener esa información, sino actualizar la dinámica demográfica del país. Por ejemplo, construir tablas de mortalidad, un subproducto para saber cómo están muriendo las personas según su edad, cuánto ha bajado la mortalidad infantil, es decir, factores que se ponen a la luz y que el gobierno tiene que tomar en cuenta porque eso demanda ciertas políticas y programas.
Hubo controversias con los resultados del censo. Arrojó 14.9 millones de guatemaltecos de población censada, pero la proyección era de 17.6 millones. ¿Cómo explicar la diferencia?
La controversia puede ser incómoda, pero a mí me dio gusto porque la población está conociendo sus datos. En los censos anteriores no teníamos esos debates, porque la gente no tenía acceso a la información, solo quienes estaban especializados. Entonces, lo que está pasando es que la gente se está empoderando de una información que es suya.
El ejercicio censal es un proceso largo que se planifica para recorrer el 100 % del territorio y contar a todas las personas, pero siempre se queda alguien afuera, territorios que no se pueden cubrir por diversas razones. Muchas veces se llega a todas las viviendas, pero el informante obvia personas de la casa y se pierde la información. En cuanto a la diferencia, puede deberse a factores como la fecundidad, que bajó más de lo previsto, y la migración.
Sin embargo, eso no quita la credibilidad del ejercicio censal.
No hay proyección mala, lo que hay son supuestos que no se cumplieron. Y la población es dinámica; en lo que estamos conversando están naciendo muchas personas, muriendo otras y movilizándose otras. Para hacer las estimaciones tenemos que elaborar hipótesis de cómo va la fecundidad, la mortalidad y la migración del país. En el caso de la migración no se tiene un factor de diagnóstico sobre si va a disminuir o a aumentar. Entonces, después de 16 años del último censo (se recomienda realizar a cada 10 años), las proyecciones no se cumplieron principalmente por los fenómenos migratorios y la baja en la fecundidad. Esto último no solo pasó en Guatemala, sino en toda la región.
¿Cuál es la recomendación sobre los procesos de proyección?
Que no se espere tanto tiempo para actualizar las estimaciones de población. El otro año Estados Unidos y México harán su censo poblacional; ambos países son los principales destinos de las personas que salen de Guatemala. Entonces, los resultados podrían impulsar a actualizar las estimaciones que se están elaborando acá.
¿Cuál es el mensaje para creer en el censo?
Recomiendo a los investigadores y a las personas a que exploren y conozcan los datos. Si no se usa la información no se hace esfuerzo para mejorar un próximo censo, porque hay que democratizar la información.
Perfil
Guiomar Bay, de nacionalidad brasileña, es oficial de Asuntos de Población del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (Celade), una división de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), y fundadora del Observatorio Demográfico de América Latina y el Caribe.
Cuenta con una maestría en Población y Desarrollo. Tiene 33 años de experiencia en análisis demográfico. Ha trabajado en la Cepal durante 25 años. En Guatemala trabajó en las estimaciones y proyecciones de población en 2004.