En 2018 murieron de malaria 405 mil personas, un 2.6 % menos que el año anterior, lo que indica progresos en la lucha contra la enfermedad, pero no lo bastante rápidos para lograr los objetivos marcados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), señaló ayer la entidad en su informe anual sobre esta enfermedad.
La malaria o paludismo afectó el año pasado a 228 millones de personas en el mundo, un 1.29 % menos que en 2017, y pese a los descensos en casos y muertes las tasas de reducción en los últimos 3 años son más bajas que las conseguidas entre 2010 y 2015.
“Llegan mensajes positivos desde India (con 2.5 millones de casos menos), Indonesia o Uganda, que muestran que el progreso es posible, pero necesitamos más esfuerzos”, subrayó al presentar el informe el español Pedro Alonso, director del Programa Global contra la Malaria, de la OMS.
La malaria puede ser mortal. Está causada por un parásito del género Plasmodium que se hospeda primero en un mosquito, del tipo Anopheles. Ginebra, EFE