Después de 14 años de no ganar un título internacional, el Saprissa costarricense, uno de los equipos más laureados de Norte y Centroamérica, reapareció en el escenario al obtener sobre el Motagua hondureño la corona de la Liga Concacaf de la mano de uno de sus ídolos como entrenador: Walter Paté Centeno.
Desde aquel histórico 2005, cuando ganó la Copa de Campeones de la Concacaf al Pumas mexicano, que le dio el boleto a su único Mundial de Clubes, el Saprissa no había podido trascender internacionalmente y se había tenido que conformar con el protagonismo en su liga local.
Pero la noche del martes, con un empate 0-0 en la vuelta de la final de la Liga Concacaf ante el Motagua hondureño (1-0 global), el monstruo morado se reencontró con un título internacional que suma a sus vitrinas.
Esta fue apenas la tercera edición de la Liga Concacaf, un torneo con el que la confederación de esta región de América busca dar más roce internacional a los equipos de Centroamérica y el Caribe, de los que solo 6 acceden a la Liga de Campeones.
Las tres finales de la Liga Concacaf han sido disputadas por equipos de Honduras y Costa Rica: el Olimpia frente al Santos, el Motagua contra el Herediano y el Motagua versus el Saprissa. EFE