Ha pasado a la historia como una de las cantantes más explosivas que haya pisado un escenario, pero Tina Turner, quien cumple hoy 80 años, es también un ejemplo de resistencia ante las turbulencias que puede deparar la vida, desde los maltratos de su esposo Ike Turner hasta el suicidio de su hijo mayor.
Ícono
El comienzo de la incendiaria versión de Proud Mary que hicieron Tina Turner y su esposo Ike puede resumir los inicios de su carrera: “Nunca hacemos algo agradable y fácil: siempre lo hacemos agradable y duro”.
Descubierta cuando era una adolescente, por Ike, pionero del rock and roll, la cantante demostró ser un huracán ante el micrófono, y se convirtió en los años 60 en todo un ícono del soul y el rhythm and blues más apasionado, desbordante y sexual.
Temas como A Fool in Love y discos como River Deep – Mountain High (1966) les abrieron las puertas del mercado mainstream más allá de la música negra y los llevaron al corazón de admiradores, como The Rolling Stones, que adoraban a los Turner.
El demonio a la sombra
Abusador, maltratador, controlador, machista, explotador… Ike Turner pudo haber erigido su legado como uno de los primeros artistas en dar forma al rock and roll, pero su violento carácter lo situó como uno de los demonios más famosos de la historia de la música.
Ike y Tina tuvieron su primer hijo juntos en 1960, se casaron en Tijuana (México) en 1962, y en 1976 ella pidió el divorcio. En su autobiografía I, Tina: My Life Story (1986), la artista reveló el oscuro patrón de abusos y maltrato de Ike, quien después, en sus memorias, Takin’ Back My Name (1999), trató de exculparse de una forma muy extraña: “Por supuesto, abofeteé a Tina… Tuvimos peleas, y hubo veces que la mandé al suelo de un puñetazo, sin pensarlo. Pero nunca le di una paliza”.
Resurgimiento
La parte más reconfortante de la biografía de resistencia de Tina llega en los años 80, cuando en solitario alcanza el estrellato mundial con una mezcla de pop, rock y baladas siempre sometida a su arrolladora personalidad sobre el escenario. A esa época pertenecen éxitos como The Best y What’s Love Got to Do With It.
Pese a que no tuvo una carrera larga en el cine, Tina dejó su huella en películas apreciables como Tommy (1975), la posapocalíptica Mad Max Beyond Thunderdome (1985) y la parodia del cine de acción Last Action Hero (1993).
Último golpe
En julio de 2018, Turner recibió un último golpe en su siempre difícil vida personal y familiar con el suicidio de su hijo mayor, Craig
Raymond Turner. “Mi momento más triste como madre (…). Tenía 59 años cuando murió tan trágicamente, pero siempre será mi bebé”, escribió en su cuenta de Twitter.
Retirada del mundo del espectáculo en Suiza, país donde vive desde hace décadas y del que es ciudadana, la figura de la cantante aún despierta fascinación, tanto que en 2018 se estrenó en Londres el musical Tina – The Tina Turner Musical que actualmente se representa también en Nueva York y Hamburgo.