Astérix, el indomable galo de corta estatura que siempre supera en astucia a los romanos, está integrando a sus aventuras a una heroína, por primera vez en los 60 años de historia del querido cómic.
El personaje, creado por los franceses René Goscinny y Albert Uderzo, ha entretenido a sus lectores desde su aparición en la revista Pilote, en 1959, y ha sido adaptado al cine, a películas animadas, a videojuegos y hasta se le ha creado un parque temático. Después de la muerte de Goscinny, en 1977, Uderzo siguió por su cuenta hasta que fue relevado en 2013 por un equipo conformado por el guionista Jean-Yves Ferri y el artista Didier Conrad, quienes produjeron los últimos tres tomos del héroe galo, apegándose a los cánones fijados por los autores originales.
La acción del más reciente tomo, titulado Astérix y la hija de Vercingétorix gira en torno a Adrenalina, la hija adolescente del famoso líder galo mencionado en el título. Con su largo cabello rojo trenzado, pantalones negros, auriculares dorados y su gruñona disposición adolescente, Adrenalina mantiene a Astérix y a su gran compañero Obélix persiguiéndola durante un período de rebelión adolescente.
Adrenalina es un personaje muy distinto a las femme fatales que usualmente aparecen en los cómics de Astérix. “No queríamos desarrollar una figura que se basara en su lado seductor, como solemos hacer con los personajes femeninos en Astérix. La mayoría de las veces son mujeres jóvenes y atractivas que seducen a Obélix y su papel se detiene allí”, dijo Conrad. La chica acaba de terminar de crecer, pero aún no se ha desarrollado completamente, por lo que todo lo femenino se centra en su rostro. “Al comienzo de la historia, ella tiene la silueta en forma de S, por lo que es algo encorvada y de mal humor, hasta que se encuentra a sí misma, y ya empieza a caminar más erguida”, agregó.
En el último libro, Astérix y Obélix tienen la tarea de proteger a Adrenalina de los romanos, quienes han capturado a su padre. Sin embargo, esto resulta difícil para estos dos héroes, ya que el espíritu rebelde de la jovencita perturba la vida cotidiana de la aldea. “En términos del vocabulario, fue bastante divertido porque tuve que crear una especie de lenguaje adolescente para la época. No tenemos mucha documentación al respecto. Entonces, la idea era usar ciertas expresiones como lo hacen los adolescentes”, afirmó Ferri.
Ambientados en 50BC, en la Galia ocupada por los romanos, los libros de Astérix se han convertido en un pilar en la industria editorial, con no menos de 370 millones de copias vendidas en todo el mundo. Se han impreso 5 millones de copias de la edición francesa de Astérix y la hija de Vercingétorix, 2 millones de las cuales se quedan en Francia, donde los nuevos libros de Astérix con frecuencia encabezan las listas de éxitos de ventas.
