Expertos de todo el mundo se reunirán esta semana para analizar acciones de combate y contención del hongo Fusarium Raza 4 Tropical (Foc R4T), que es considerado la gran amenaza para las plantaciones de banano en América.
Para contrarrestar esta enfermedad, que no solo pone en riesgo la producción sino también las fuentes de trabajo, las autoridaes fitosanitarias e instituciones agrícolas de Centroamérica también han impulsado acciones para evitar que este cultivo sea vulnerado.
Debaten en Miami
El Primer Taller Global de Trabajo Fusarium Raza 4 Tropical, organizado por la Corporación Bananera Nacional de Costa Rica (Corbana), se llevará a cabo mañana y el viernes en Miami, Estados Unidos, donde los expertos buscan brindar a los productores del citado fruto de toda la región los últimos avances y medidas para evitar que esta plaga afecte sus plantaciones.
“El marchitamiento por Fusarium Raza 4 Tropical es de las peores enfermedades que pueden dañar a las musáceas. El Foc R4T es capaz de sobrevivir hasta por 30 años en el suelo”, explicó el gerente de Corbana, Jorge Sauma.
Este hongo, que ya ha sido detectado en Colombia, podría causar gran impacto en el empleo y en la seguridad alimentaria, explicó Corbana.
“El arribo del Foc R4T es propiciado por diferentes maneras; se podría transportar en los zapatos y la ropa de una persona que haya ingresado en una finca contaminada, y por tal razón es vital que toda la industria bananera tome medidas de bioseguridad para evitar la diseminación de la plaga”, declaró el director del Centro de Investigaciones de Corbana, Jorge Sandoval.
De acuerdo con datos oficiales, el Fusarium Raza 4 se encuentra actualmente en el sureste de Indonesia, Malasia, Filipinas, China, el norte de Australia y la India, así como en Pakistán, Jordania, Israel, Líbano, Mozambique y Colombia.
Evitar ingreso
Se estima que más de 100 mil hectáreas de plantaciones ya están afectadas por la enfermedad. Los esfuerzos de la comunidad científica y de las autoridades fitosanitarias se concentran en evitar a toda costa el ingreso del patógeno en más países y en buscar soluciones para combatirlo.