Disculpen si mezclo un poco el portugués”, dijo, con pena, Marcelo Saraiva, antes de ser abordado ayer por los medios de comunicación, al concluir la práctica de la Selección Nacional de futbol, con la cual se entrena al aceptar la convocatoria, procedente del futbol de Brasil.
Al terminar la práctica, en la cancha principal del Centro de Alto Rendimiento (CAR) de la Federación Nacional de Futbol, Marcelinho, como le pusieron de mote en su bienvenida al país, fue la sensación de los niños que reciben el curso de vacaciones en dichas instalaciones.
“Este si va a traer el “jogo (juego) bonito”, le comentó a su compañero uno de los niños que, después de su entrenamiento, también aprovechó para pedirle un autógrafo y retratarse con el jugador de 17 años, quien es parte de la categoría juvenil del Internacional de Porto Alegre, de Brasil.
“No tengo palabras para describir el cariño que el pueblo chapín me da. Nací aquí, y se lo que se siente ver a jugadores de renombre como ídolos. Espero corresponder el cariño en la cancha, y demostrar que sí vamos a traer el “jogo bonito” de Brasil”, exteriorizó.
También fue constantemente cuestionado sobre por qué prefirió jugar para Guatemala, ya que, al tener nacionalidad brasileña, por su padre, también tenía la posibilidad de ser llamado a una de las divisiones inferiores de la canarinha, y más cuando en ocasiones es llamado a entrenar con la categoría mayor del equipo “matador”.
En todas sus respuestas fue claro y aseguró que se decantó por defender a la azul y blanco “porque soy guatemalteco; así de simple. Mi sangre es guatemalteca, y con orgullo la defiendo”, a pesar de que desde los 3 años de edad se ha criado en el país sudamericano.
Son contadas las veces que el volante central, con corte defensivo, quien se describe en lo futbolístico como un jugador técnico, que le gusta tener la posesión del balón y que tiene cierta facilidad para usar las dos piernas, ha tenido la oportunidad de estar en Guatemala, y debido a eso, tiene lejanos recuerdos de Antigua Guatemala, lugar que describe como su favorito.
“Solo he venido por trabajo”, refirió el todavía colegial, quien cursa el último año del diversificado. “Me gusta la cultura, pero no he tenido tiempo para salir a visitar”, exteriorizó, y contó que de la gastronomía nacional: los frijoles y plátanos son sus predilectos.