El proceso de poner textos y diálogos en un cómic se conoce como lettering (letraje), y durante más de medio siglo fue un proceso manual realizado por un anónimo ejército de artesanos de la caligrafía.
Con la aparición de las computadoras personales, en la década de los 80, algunos artistas, como John Byrne, comenzaron a experimentar, digitalizando la caligrafía de sus cómics. Si bien los textos eran creados en computadora, aún era necesario imprimirlos en papel, recortarlos y pegarlos sobre las artes manualmente.
Todo esto cambió gracias a un inglés llamado Richard Starkings. Después de años de ser calígrafo para Marvel, en 1990 recibió el jugoso encargo de trabajar el letraje de un título muy importante: Uncanny X-Men. Sin embargo, el vertiginoso ritmo de trabajo del editor Bob Harras lo obligó a buscar métodos de producción más ágiles, por lo que recurrió a las computadoras. Junto al diseñador gráfico John Roshnell comenzó a producir lettering totalmente digitalizado, que no requería de ser montado a mano.
Por supuesto, Starkings y Roshnell encontraron resistencia por parte de la industria, que no estaba dispuesta a recibir algo tan revolucionario con los brazos abiertos. Pero, poco después, el dúo tuvo un golpe de suerte. En 1992 se produjo uno de los cismas más significativos de la historia de los cómics: ocho de los más grandes autores de cómic de Marvel dejaron la empresa para crear Image Comics, y la novedad de este emprendimiento hizo que muchos otros dibujantes, entintadores y artistas de lettering también abandonaran el barco.
Así es como Marvel se vio simultáneamente despojada de buena parte de su fuerza laboral y presionada por las tendencias de la industria para incrementar su producción de cómics. Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas, así que finalmente integraron los servicios de lettering ofrecidos por la empresa de Starkings y Roshnell, llamada Comicraft.
Pionera de la maquetación digital, la empresa evolucionó la forma en la que se hacen los cómics, dándole mucha mayor flexibilidad a los editores para agregar, modificar y eliminar diálogos. Los textos y diálogos ahora pueden ser presentados en una variedad casi infinita de fuentes tipográficas, colores y formas.
Casi 30 años después de su creación, Comicraft ha trabajado en cientos de proyectos para clientes grandes como Marvel, DC, Scholastic, Titan Books y Nickelodeon. Además, elabora y vende sus propias fuentes tipográficas a través de su filial Active Images, la cual ahora se ha expandido al mundo editorial, produciendo los cómics Hip Flask y Elephantmen, creados por Starkings.
