El presidente de Brasil, Jair
Bolsonaro, afirmó en una entrevista con TV Record que el derrame de petróleo
que ha contaminado más de 300 playas del nordeste del país es una catástrofe “criminal”,
y advirtió de que “lo peor está por venir”.
“Lo que llegó hasta ahora y fue recogido es una
pequeña cantidad de lo que fue derramado. Lo peor está por venir, no sé si en
la costa de Brasil, aunque todo indica que las corrientes fueron hacia la costa
de Brasil”, aseguró Bolsonaro, sin precisar mayores detalles.
Desde el pasado 2 de septiembre, unas 4 mil
toneladas de petróleo han llegado a 314 playas de los nueve estados de la
región nordeste de Brasil, que atrae a miles de turistas todos los años por sus
aguas transparentes, arena fina y rica biodiversidad.
El mandatario insistió en que “una catástrofe
mucho mayor se avecina” por causa de ese derrame de petróleo, que “todo indica
que fue criminal”.
La Policía Federal investiga a un buque de
bandera griega, llamado Bouboulina, propiedad de la empresa Delta Tankers LTD y
cargado con petróleo venezolano, como el presunto responsable del que ha sido
calificado como el “mayor desastre ecológico” de la historia en la costa
brasileña.
Según Bolsonaro, “todos los indicios” apuntan a
ese petrolero griego, aunque la compañía dueña del barco lo niega con
rotundidad.
Las pesquisas indican que el derramamiento de
crudo, del que aún se desconoce si fue accidental o intencionado, ocurrió a
unos 700 kilómetros de la costa brasileña “entre los días 28 y 29 de julio”.
Según la Policía Federal, solo ese buque de
bandera griega pasó por esa región en las fechas indicadas.
El viernes, agentes policiales realizaron una
serie de allanamientos a direcciones de Río de Janeiro que pertenecen a una
empresa que estaría vinculada con el barco de bandera griega.
Este fin de semana, la Marina encontró manchas
de petróleo en una de las islas del archipiélago de Abrolhos, considerado como
la mayor cuna de ballenas jorobadas del Atlántico Sur. Sao Paulo, EFE