Hoy, el colorido está en las mesas de los hogares guatemaltecos, en los camposantos del país y en el firmamento del territorio nacional. Ya que con la gastronomía, la visita a los mausoleos y el vuelo de barriletes, los guatemaltecos rememoran a sus familiares y amigos que ya han fallecido.
El Día de Todos los Santos es una de las fechas más importantes en la cultura guatemalteca, ya que su celebración está ligada a la espiritualidad, sin importar la religión de las personas, refiere el cronista Miguel Álvarez, citado por el Ministerio de Cultura y Deportes.
Comunicación con los espíritus
La añeja tradición de los barriletes, representa la comunicación con los espíritus de los difuntos.
Sobresalen los barriletes gigantes de Sumpango y Santiago Sacatepéquez, ambos municipios de Sacatepéquez, donde visitantes nacionales y foráneos se maravillan con el arte visual que surca el cielo. Para esta fecha, se estima que a ambos municipios llegan 109 mil visitantes, según el Instituto Guatemalteco de Turismo.
La conmemoración de este día se acompaña con el platillo tradicional, el fiambre, una de las mejores expresiones culinarias de Guatemala que une las culturas española, criolla y nativa. Dicho platillo tiene dos presentaciones, el fiambre blanco y el fiambre rojo.