La Selección argentina Sub-17 arrancó su andadura en el Mundial de Brasil con un empate agridulce (0-0) contra España, en un encuentro en el que a los de Pablo Aimar les faltó el acierto para trasladar al marcador su superioridad sobre el terreno de juego, en especial en la segunda mitad.
Si antes del inicio del partido todas las miradas estaban puestas en Pedri y Matías Palacios, ni el español ni el argentino defraudaron a tal expectación. De hecho, a ambos apenas les bastó unos minutos sobre el terreno de juego para justificar el cartel de máximas estrellas, no solo de sus respectivos equipos, sino del torneo, con el que arrancan la competición.
Eso sí, con un juego radicalmente opuesto, pues si el jugador español demostró su calidad para sortear en carrera a cuantos rivales le salen al paso, el argentino destacó por su visión de juego y, sobre todo, por su imponente disparo.
Una suerte en la que Matías, el jugador más joven en debutar en Primera con todo un clásico del futbol argentino como San Lorenzo, auna potencia y precisión.
Pero sí Matías Palacios rozó el tanto, Pedri también dispuso de una buena ocasión, a los 37 minutos, para abrir el marcador en un eslalon repleto de calidad, que el jugador español no pudo culminar con un remate preciso. Río, EFE