Vegetales son cultivados por 160 agricultores.
Detrás de un sabor auténtico están las manos y corazones de pequeños y medianos agricultores de papa, cultivadas en Quetzaltenango, Huehuetenango, Alta Verapaz y Petén, la que son sembradas cuidadosamente, cosechadas y seleccionadas para luego ser trasladadas a la planta de manufactura de PepsiCo Guatemala para Centroamérica.
Diana de León, gerente de Mercadeo de Frito Lay en Centroamérica y el Caribe dijo que se trabaja a partir de papa fresca de origen natural, que se adapta a los gustos locales. “Esto nos llena de orgullo, ya que con ellas podemos compartir las mismas raíces a un nivel local, produciendo con estándares altos de calidad, influyendo de manera positiva en la calidad de vida y empoderando a las familias agrícolas”, agregó.
De León resaltó que también se brinda acompañamiento en el proceso del cultivo con las mejores prácticas agrícolas y medioambientales en el uso y conservación del agua y suelos. Aseveró que los pagos se realizan de manera oportuna, lo que asegura su estabilidad y rentabilidad sobre los costos de su cultivo.
Anualmente Lay’s compra no menos de 7 mil toneladas de papa; incluso, la compra se hace antes de su producción con precios justos que impacten de manera positiva en las familias. Las semillas se almacenan durante 4 meses para que salgan los brotes que serán utilizados para la siembra, y posteriormente se tratan durante 120 días en un ambiente entre 10 y 25 grados.
Marco Antonio Domínguez, agricultor quezalteco, expresó su satisfacción de saber que su trabajo se refleja en cada empaque del producto. “Este proyecto llegó a la tierra correcta, donde hay familias que quieren trabajar y desarrollarse económicamente”, puntualizó.
Pie de foto:
El producto se comercializa en Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.