En estos tiempos de grandes concentraciones urbanas, despejar la mente y disfrutar de cada pincelada que nos provee la naturaleza es una opción que podemos trazar.
Situada en Petén, la Reserva de la Biósfera Maya es el mayor bosque tropical protegido en Guatemala, el cual colinda con México y Belice, y es una de las reservas biológicas más importantes del continente.
En este paraje, los ruidos de las grandes ciudades se reemplazan con el sonido de las serpenteadas corrientes de los ríos, los aullidos de los monos y el canto de las aves, los que sigilosamente se dejan contemplar sobre los frondosos árboles. Esto ha hecho que instituciones gubernamentales, como el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap) y comunidades ubicadas en zonas de amortiguamiento se unan para la conservación de las grandes extensiones de flora, fauna y sitios arqueológicos.
Desde la cima del Templo 216, el más grande del sitio arqueológico de Yaxhá, se pueden observar las crestas de las pirámides de las ciudades mayas de Nakum, El Naranjo y Topoxté.
En el Parque Nacional Yaxhá-Nakum-Naranjo hay zonas de influencia, donde los habitantes aprovechan la presencia de turistas para hacer expediciones por el lugar. La Reserva de la Biósfera Maya en Petén representa un bastión de la diversidad biológica de Guatemala. Es un tesoro natural que vale la pena visitar.