El español logra su octavo título mundial.
El español Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) sentenció a la primera sus opciones al octavo título mundial, el sexto de MotoGP y el cuarto consecutivo en la categoría reina, al pelear como si fuera el primer día por la victoria en el Gran Premio de Tailandia de MotoGP en el circuito de Buriram con el francés Fabio Quartararo (Yamaha YZR M 1).
Márquez, seguramente dejó de lado todas las recomendaciones que le harían en su equipo para que se garantizara el título, pues le valía la segunda plaza con el italiano Andrea Dovizioso (Ducati Desmosedici GP19), su único rival, por detrás de él, cuarto tras el también español Maverick Viñales (Yamaha YZR M 1), y esperó hasta las dos vueltas finales para asestar el golpe definitivo a su oponente, al que estuvo estudiando durante toda la carrera.
Una vez más su víctima propiciatoria fue el francés Fabio Quartararo, al que ya había vencido por muy estrecho margen en el circuito “Marco Simoncelli” de Misano Adriático y al que intentó superar por el exterior en la apurada de frenada de final de recta en la penúltima vuelta sin conseguirlo, pero al principio de la última vuelta el francés, que le cerró ese punto para evitar el adelantamiento, no pudo evitar que el piloto de Repsol Honda lo intentara un poco más adelante, justo antes de entrar en la segunda curva, lo que seguramente sorprendió a su rival.
Esta vez sí Márquez adelantó al francés y se puso líder intentando cerrar todos los huecos, aunque en la última curva sabía que su oponente lo volvería a intentar, pero, al igual que lo hiciera el año pasado, lo dejó entrar para que al salir se tuviera que abrir y, por dentro, lo volvió a adelantar para adjudicarse su novena victoria de la temporada y, de paso, el título mundial.