Si buscamos en los diccionarios el significado de “cinismo”, encontraremos que está relacionado con acciones macabras, desvergonzadas y siniestras. La Real Academia Española lo define como: “Afectación de desaseo y grosería”.
Suena feo, pero, ¿qué pasa si dos personas cínicas se conocen? ¿Será que es correcta la fórmula de que “negativo más negativo resulta positivo”? Veamos un ejemplo. Ella dice: “Algunos matrimonios funcionan”. Él responde: “Sí, y algunas personas tienen seis dedos en la mano”. Este es el tono de las conversaciones entre Lindsay y Frank, los personajes principales y, casi los únicos, del filme Destination Wedding.
Sus vidas están fracturadas, sus almas desmoronadas y trabajan en empresas que se dedican a emitir juicios hacia los demás. Lo único que los mantiene de pie es el cinismo hacia el mundo y sus habitantes. Entiendo por qué a muchas personas les disgustó la cinta y le dieron notas bajas en esos sitios web en los que puedes jugar a ser un gigantesco conocedor del séptimo arte y calificar películas.
Los personajes Frank y Lindsay son odiosos, es un hecho. Pero después de media hora de historia, o los comienzas a amar, o los terminas de despreciar por completo. En mi caso, los adoré. Pudo haber ayudado el hecho de que los actores que los interpretan son Winona Ryder y Keanu Reeves, dos estrellas con un carisma impresionante y a quienes tengo ya 30 años de ver en el cine.
Durante los 90 fui del Team Winona Forever (esta frase ahora podría ser un genial hashtag), porque décadas antes de que existiera Kristen Stewart, Jennifer Lawrence y Selena Gómez, Ryder conquistaba corazones adolescentes. Y Keanu, pues, creo que se ha dicho todo acerca del chosen one.
Regresando al filme, Destination Wedding se centra en Frank y Lindsay, dos invitados a una boda. El novio es medio hermano de Frank y expareja de Lindsay, quien todavía le guarda rencor por haberle roto el corazón. “La verdad no lo quiero muerto. Quiero que tenga una larga vida, en la que sea miserable cada día antes de que muera lentamente de remordimiento”, confiesa.
A falta de nuevas películas de Woody Allen, esta es una opción perfecta para reírnos de lo que poco nos gusta. Está disponible en Netflix. Y, por cierto, muestra una de las sex scenes más inusuales de la historia.
Por David Lepe