El esloveno Tadej Pogacar (UAE Emirates), un diamante en bruto de 20 años “con aroma de campeón”, dio una enorme lección en la novena etapa de la Vuelta a España, disputada ayer entre Andorra La Vella y Cortals D’Encamp, de 94.4 kilómetros, en la que el colombiano Nairo Quintana (Movistar) se enfundó el maillot rojo de líder.
Pogacar, el benjamín de la Vuelta, confirmó sus cualidades de futuro campeón, como lo denomina su director, con una victoria de postín en su estreno en una prueba grande. Se metió en la fuga inicial y batió al dúo del Movistar Soler-Quintana, incapaces de frenar al esloveno. Pogaca soportó el diluvio y alzó los brazos en la cima andorrana, a 2.095 metros de altitud, en solitario y feliz, con un tiempo de 2 horas, 58 minutos y 9 segundos, aventajando en 22 segundos a Quintana y en 48 a Alejandro Valverde (Movistar) y al esloveno Primoz Roglic (Jumbo Visma), los gallos de la general.
Faltó a la refriega final Miguel Ángel Superman López, quien cayó en la pista de tierra del Engolasters, cuando marchaba escapado y cedió en meta 43 segundos con Quintana, quien bonificó 6 segundos y 13 respecto a Valverde y Roglic.
*Con información de EFE.