Un día, el padre de Lucía y Joaquín Galán hizo que todo su pueblo en Asturias (España) fuera al único bar con televisión para ver la primera actuación de sus hijos. A los 35 años de ese acontecimiento, ellos, los argentinos Pimpinela, reciben el Latin Grammy a su trayectoria como una “caricia”.
A la excelencia
“Está muy bien un premio a un disco, a un trabajo (…), pero, a la historia, encierra muchas cosas más para nosotros y también involucra al público”, indica Joaquín Galán, una de las mitades del dúo que alcanzó la popularidad en Iberoamérica en la década de 1980 y al que la
Academia Latina de Grabación entregará el Premio a la Excelencia
Musical en noviembre.
Aquel día de 1984, Pimpinela presentó en España Olvídame y pega la vuelta, que ya había triunfado en varios países de Latinoamérica y que los lanzó a la fama al otro lado del Atlántico, empezando por La Bustariega, esa aldea asturiana de donde su padre había emigrado a Argentina en los años 50.
Joaquín considera que ser hijo de emigrantes los hizo tener “ADN de aventureros”, que los llevó a insistir cuando un productor español les dijo que ya “se había acabado esa época de canciones románticas”. Después de eso, vendieron 30 millones de discos.
Teatralidad
Dos años antes de esa actuación televisiva, María Engracia, la madre de ambos, había insistido a Joaquín para que dejara su grupo de rock adolescente y comenzara a cantar con su hermana, que hacía teatro. “Un día apareció Lucía (…), hice una canción, ella la empezó a cantar y a actuar, como a teatralizar, y nos dimos cuenta de que teníamos eso”, afirma Joaquín.
Los Galán tuvieron un camino rápido, aunque diferente al de las nuevas estrellas de la música. “Teníamos que ir ciudad por ciudad, pueblo por pueblo, pero sí fue algo notable y mágico”, considera Lucía.
Estos especialistas en contar historias acerca de las relaciones románticas preparan nuevos sencillos para fin de año. De acuerdo con Joaquín, los cambios en la mujer han sido significativos en estos últimos años, y eso debe verse reflejado en su música.
Lucía va más allá: “Yo creo que fuimos unos precursores en esto de los derechos de la mujer. Sobre todo en los años 80 cuando había un machismo más afianzado en nuestros países hispanos, donde el hombre era el que tenía la última palabra”.