Osamu Tezuka (1928-1989) era una vorágine de creatividad. Fue un innovador técnico, redefinió géneros de la historieta y produjo no menos de 60 títulos de manga (cómic japonés). Por si esto fuera poco, fue un gigante de la animación con no menos de 100 producciones animadas y fue el responsable de introducir la animación japonesa al mundo.
Nació en una familia próspera de Osaka. Cuando era chico, su madre lo llevó a ver revistas musicales de corte romántico, que influyeron en sus creaciones posteriores. Gracias a su padre conoció las películas animadas de Disney, las cuales lo obsesionaron: vio Bambi no menos de 80 veces. Así despertó en el niño una poderosa manía por el dibujo.
Después de la Segunda Guerra Mundial, Tezuka ingresó en la universidad, donde se graduó de médico, sin dejar de lado el dibujo. A los 17 publicó su primera historieta: El diario de Ma-chan (1946). Al año siguiente lanzó una adaptación libre de La Isla del Tesoro, de Robert Louis Stevenson, la cual fue muy popular e inició la Era Dorada del Manga.
Viajó a Tokio y logró la edición de El extraño viaje del Dr. Tigre y El misterioso Dr. Koronyo. Más adelante publicó la épica trilogía de ciencia ficción integrada por Mundo Perdido, Metrópolis y El Siguiente Mundo. Empezó a publicar Leo, el emperador de la selva, el cual se presentó en entregas en la revista Manga Shonen, de 1950 a 1954.
En 1951 Tezuka lanzó Embajador Átomo, la obra antológica que introduciría al personaje por el cual es recordado este creador japonés: el niño androide Astro Boy. Conforme la técnica del artista evolucionaba, el personaje se volvía más moderno y adorable, para apelar más al público infantil. Astro Boy ha sido considerado un moderno Pinocho, que en su afán de ser humano viene a acortar la distancia entre las personas y las máquinas.
Luego de este éxito, Tezuka presentó Ribon no Kishi (La princesa caballero). En 1954 se publica la serie Fénix, la cual es consideraba su obra maestra, y que el autor continuó hasta su muerte. Entre 1972 y 1983, produjo Budda, basada en la vida del fundador del budismo, y que cosechó múltiples reconocimientos internacionales.
A partir de 1961, Tezuka produjo animación; primero, con Mushi Animation; y luego, con Tezuka Productions. Entre sus proyectos estuvo la versión animada de Astro Boy, primer programa traducido al inglés y que introdujo la animación japonesa en Occidente. El emperador de la selva (más conocida como Kimba, el león blanco) fue la primera serie japonesa a color. Años después, esta serie impactó profundamente en los animadores de la película The Lion King (1994), de Walt Disney Pictures. El círculo de la vida estaba completo.