En ocasión del 97 aniversario de la institución, cuatro nuevos retratos fueron develados en esta galería.
La Sala Manuel Galich de la Universidad Popular (UP), 10a. calle 10-32, zona 1, es hogar del arte dramático en Guatemala. Como tal, en sus paredes relucen los retratos de Gente de teatro. En ocasión de las celebraciones por el 97 aniversario de la institución, la noche del martes se sumaron a la galería los rostros de Roger Ovalle, Ana María Bravo, Elizabeth Muñoz y Jorge Ramírez.
Emociones puras
Con la entonación del himno de la UP, a cargo del coro de la institución, arrancó una ceremonia marcada por las emociones de los homenajeados. El primero en develar su fotografía fue Roger Ovalle, actor, director y escenógrafo, que cuenta con una carrera de 45 años sobre las tablas nacionales. En su breve discurso de aceptación, el guatemalteco mostró su alegría por recibir este reconocimiento rodeado de sus “dos familias”, la de sangre y la de teatro.
Como “maestra de maestras” introdujo el actor Luis Román a la segunda homenajeada de la noche, Ana María Bravo. La actriz, directora, guionista, productora y locutora, que ha labrado una trayectoria de 65 años sobre los escenarios, ha participado en montajes de la talla de El canasto del sastre, Un ángel en apuros y El mago de Oz. En cartelera actualmente tiene El Santo Hermano Pedro, que se presenta los fines de semana en el Teatro de Cámara Hugo Carrillo.
La actriz Elizabeth Muñoz viajó expresamente desde Puebla, México, ciudad en la que reside, para develar su fotografía en Gente de teatro. La intérprete dijo sentirse “muy honrada” de poder ser parte de esta galería y de que su retrato esté junto a grandes del arte dramático. Asimismo, habló de la importancia de tener sueños y de no parar hasta conseguirlos. Muñoz ha participado en distintas puestas en escena en el país y también ha realizado giras por México.
Las carcajadas se adueñaron de la sala cuando Wilfredo González Palín presentó al último destacado de la noche, Jorge Ramírez, “el siervo de la comedia”. Antes de descubrir la fotografía del comediante, se repasaron piezas clave de un trabajo de tres décadas, como La epopeya de las indias españolas, El show de Cretina y El general no tiene quien lo inscriba. El cierre de la ceremonia estuvo a cargo de Mónica Sarmientos, quien dedicó a Ramírez la canción Te quiero, de Mario Benedetti.