El segundo largometraje de Jayro Bustamante llega hoy a las salas de cine del país.
Las cortezas sociales se moverán abruptamente con la historia de amor y opresión que el director guatemalteco Jayro Bustamante plasma en Temblores, su segundo largometraje. La trama tiene su epicentro en Pablo, un esposo y padre que se debate entre su familia, su religión y Francisco, el hombre que ama. Con el actor Juan Pablo Olyslager conversamos acerca del personaje que encarna en el filme que se estrena hoy en las salas de cine del país.
En la piel de Pablo
A Juan Pablo Olyslager, el guion de Temblores lo sacudió, y por ello no dudó en querer ser Pablo. Se entregó a la tarea y durante seis meses, junto al resto del elenco, aprendió a utilizar el método Stanislavski,
el cual describe como “duro y emocionalmente drenante”: “Tienes que vivir con el personaje todo el tiempo, llevártelo a casa y buscar las similitudes que tienen. La carga sentimental fue fuerte, pero al mismo tiempo gratificante”.
Olyslager afirma que darle vida a un hombre homosexual en Guatemala fue posible, gracias al espacio seguro que encontró en los ensayos. “La ausencia de juicio generó un ambiente inclusivo en el que aprendí más de Pablo. Creamos un diálogo en el que Jayro y los actores intervenían, cuando pensaban que mi personaje no tomaba el rumbo necesario para las distintas escenas” comenta el intérprete.
El peso de las emociones
Las presiones familiares y religiosas mueven los cimientos de la felicidad del protagonista y le colocan sobre la espalda un peso que Olyslager debía transmitir en su mirada, su andar y sus palabras. El actor dice que sentimientos como la opresión y la mentira de ser alguien que no es le ayudaron a desarrollar su papel: “Sé lo que es extrañar a alguien, he perdido a mucha gente y usé esa emoción fuerte para la película”.
Los sentimientos también lo llevaron a vivir con intensidad escenas en las que a Pablo le prohíben ciertas cosas por orden judicial o le imponen terapias “de corrección”, por su preferencia sexual: “Estas partes me tocaron muchísimo, pues son muy duras y reales. Uno pensaría, al hablar de los métodos de conversión, que son mentiras, pero pasan. Aquí y en todo el mundo”.
Generar diálogo
De acuerdo con Olyslager, su personaje refleja lo que mucha gente experimenta, no solo por su inclinación sexual, sino por su raza, género o religión. Al mirar el filme, comenta el actor, el público podrá crearse una opinión propia y ver que las personas que viven este tipo de marginaciones también son de carne y hueso.