No menos de 40 mil padres de familia y alumnos recibirán capacitación por parte de delegados de la SBS.
Padres de familia y alumnos reciben charlas en centros educativos acerca de las secuelas del consumo de alcohol y drogas, comunicación asertiva, presión de grupos e involucramiento en pandillas, lo que constituye un esfuerzo para que Niños, Niñas y Adolescentes (NNA) se mantengan alejados de los grupos ilegales.
Estas acciones forman parte del Programa de Prevención de la Violencia y el Delito en Institutos y Escuelas, de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia (SBS), informó el subsecretario de Reinserción de la institución, Francisco Molina.
En estas actividades trabajan el Organismo Judicial (OJ) y la Policía Nacional Civil (PNC), con el acompañamiento de colaboradores llegan a sectores vulnerables a la violencia.
“Escuela para Padres la estamos llevando en establecimientos educativos donde se tienen los índices de reclutamiento de jóvenes para pandillas y lugares conocidos como zonas rojas,” indicó Molina.
Los fines de semana, cada padre de familia asiste con su hijo a un centro educativo donde reciben capacitación para prevenir que sus hijos sean reclutados en estructuras criminales e identificar conductas violentas.
Las pláticas se imparten una vez al mes, en jornadas matutina y vespertina. “Antes de iniciar los temas tratamos de que participen en dinámicas dirigidas; lo segundo es trabajar en la firmeza de cada uno para que puedan rechazar lo que no quieren hacer o consumir, por eso es importante trabajar en el tema de presión de grupo, pero también les pasamos un cortometraje con algunas reflexiones”, detalló Noelia Romero, encargada del Programa.
Carlos Gómez, director de Prevención Terciaria, explicó que impartir charlas en centros educativos constituye un esfuerzo para que los NNA no ingresen al sistema judicial.
“Les explicamos las consecuencias del camino incorrecto y hacemos hincapié en la comunicación entre padres e hijos”, puntualizó Gómez.
En 2018 se atendió a 23 mil personas solo en la capital, y este año se espera doblar el número, estimó el subdirector Molina.