La nueva versión de The Lion King, de Disney, se convirtió el fin de semana en la película animada más taquillera de la historia. El logro llega rodeado de cierta confusión, ya que, a lo largo de la campaña promocional de la cinta, Disney ha jugado al despiste sin definirla como de animación o de acción real.
De récord
Según los datos de recaudación ofrecidos por Box Office Mojo, el remake de The Lion King suma ya US $1 mil 337 millones (Q10 mil 254.7 millones), una cifra con la que supera el récord que hasta ahora tenía Frozen (2013) con US $1 mil 276 millones (Q9 mil 786.9 millones). La marca se refiere a cifras absolutas de taquilla y no tiene en cuenta la variación de los precios con el paso del tiempo.
Es posible que la ambigua estrategia de Disney acerca de si el filme es de animación o acción real intentara subrayar la tecnología hiperrealista que usó el director Jon Favreau. La cinta casi aparenta ser un documental cuando, en realidad, fue creado por computadora a partir de la nada.
De hecho, de los centenares de planos solo hay uno que no fue elaborado digitalmente: la imagen de un amanecer en la sabana africana con la que comienza el largometraje. “La tecnología es una forma de magia. Para nosotros, hacer The Lion King tan excitante e interesante visualmente crea emoción”, dijo el realizador en julio.
No obstante, una parte notable de la prensa especializada criticó esta tecnología por haber limitado la expresividad y la puesta de escena, especialmente si se compara con la imaginación visual de The Lion King de 1994.
Categorías fílmicas y discusiones tecnológicas al margen, este es uno de los grandes fenómenos del cine de 2019, y, luego de solo cuatro semanas desde su estreno, ya figura como la segunda película más taquillera del año. Delante solo está Avengers: Endgame, que recientemente se convirtió, con US $2 mil 795.5 millones (Q21 mil 441.4 millones), en la cinta con mayor recaudación de todos los tiempos.