Liverpool y Chelsea se miden hoy en la final de la Supercopa.
Liverpool y Chelsea culminarán hoy, en Estambul, con la disputa de la Supercopa de Europa, la fiesta inglesa que comenzó desde mayo con las finales, íntegramente británicas, de la Liga de Campeones y la Liga Europa.
Los 2 flamantes campeones llegan en situaciones bien distintas, después de que sus estrenos en la Liga Premier hayan supuesto resultados y sensaciones contrapuestas.
Fortalecido
El Liverpool se planta en Estambul después de un verano tranquilo en el que no ha perdido a ninguna pieza clave, sin apenas gasto y con un arranque liguero que ha continuado con la tónica de la campaña pasada. Fue un 4-1 al Norwich City con Mohamed Salah y Virgil Van Dijk ya perforando las redes del rival.
Las únicas preocupaciones para Jürgen Klopp son las que pueden desestabilizar una temporada entera y frente a las que menos puede encontrar respuesta, las lesiones.
Una baja en un puesto sensible puede trastocar los planes del alemán y el primer contratiempo llegó contra el Norwich, con el problema en el gemelo que sacó a Alisson del campo. La lesión del brasileño, que según confirmó Klopp lo tendrá varias semanas fuera, dará la titularidad a Adrián San Miguel, que firmó días atrás con el Liverpool, y obligará a los reds a utilizar a un tercer portero para ir al banco de suplentes.
Precisamente su rival de turno también tiene un problema en la portería, pero porque son incapaces de hacer goles. La tremenda goleada (4-0) en Old Trafford, con la que Frank Lampard ha comenzado su andadura en el Chelsea, ha destapado las carencias de un equipo al que Maurizio Sarri dio estabilidad y en el que la leyenda blue tiene mucho trabajo por delante.