Los incrementos previstos en el gasto de consumo, tanto privado como público, y en la formación bruta de capital fijo, así como la recuperación, aunque moderada, de la demanda externa son los factores que permitirían que la economía guatemalteca logre un crecimiento del 2.9 % en este año, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que hoy actualizó sus proyecciones.
Esta cifra ya se sitúa dentro del rango de expectativas de crecimiento del Banco de Guatemala (Banguat) para 2019, el cual está en el rango de entre 3 % y 3.8 %, con un valor central de 3.4 %.
El organismo refiere que los datos preliminares a abril muestran que los ingresos totales del gobierno central disminuyeron un 2.7 % en valores reales, mientras que los gastos totales crecieron un 15.2 % gracias a los incrementos de los gastos corrientes (10.7%) y especialmente a los gastos de capital, los cuales subieron un 41.1 %.
“En este comportamiento influyó la mayor ejecución presupuestaria desde inicios de año, asociada a la transferencia extraordinaria de recursos al Tribunal Supremo Electoral para atender el proceso electoral de junio de 2019 y a los gastos derivados del inicio del ciclo escolar, así como los correspondientes a la infraestructura vial”, explica en un documento que elaboró acerca del país.
Al cierre del primer trimestre, el saldo de la deuda pública interna ascendió a 85.501 millones de quetzales (11,104 millones de dólares), mayor en 3.055 millones (396,8 millones de dólares), que fue la cifra correspondiente al cierre de 2018. Por su parte, el saldo de la deuda pública externa se situó en 8.129 millones de dólares, lo que supone una reducción de 95 millones respecto del cierre de 2018.
Evolución de las principales variables
La Cepal también analizó la evolución del sector externo, de esa cuenta señaló
que las caída del 1.3 % que tuvo el valor de las exportaciones de bienes, a
marzo, fue resultado de un descenso en el volumen (12.6 %) y un aumento del
precio y un aumento del precio medio (12.5 %).
En lo que respecta a las importaciones, indicó que el crecimiento del 6.5 % que alcanzaron, estuvo motivado por el efecto positivo del volumen (13.1 %), pues el precio medio experimentó una caída (5.8 %).
Asimismo, destacó el aumento del 10.1 % que se registró en el ingreso de remesa familiares, las cuales acumularon un monto de US $3 mil 70 millones.
En el primer semestre de este año, la remesas ya representan US $4 mil 926 millones, equivalente a un alza del 8.6 %, en comparación con el mismo período de 2018, según datos del Banguat.
Por otro lado, mencionó que la inflación registró un crecimiento interanual del 4.75 %, en abril, cifra que se encuentra dentro del margen de tolerancia de la meta establecida por la Junta Monetaria (4 % +/-1 punto porcentual), resultado de los incrementos en los rubros de las hortalizas, legumbres y tubérculos, así como de las frutas a raíz de los choques de oferta y del alza en la división de transporte, como consecuencia del incremento de los precios internos de los combustibles.
Riesgos
En este contexto, también señaló que la posible desaceleración del crecimiento económico en los Estados Unidos, que repercutirá en las remesas y en las exportaciones; la incertidumbre jurídica imperante, que desalienta la llegada de inversión extranjera directa, y el ritmo de ejecución del gasto público, generan incertidumbre en torno al logro del crecimiento proyectado. El año pasado, el Producto Interno Bruto cerró con un crecimiento del 3.1 %, mientras que en 2017 se situó en 2.8 %.