Gobierno de El Salvador traslada a 3 mil presidiarios de la Mara Salvatrucha.
El Gobierno de El Salvador completó el traslado de 3 mil presidiarios de la Mara Salvatrucha (MS13) a 2 cárceles del país, como parte de un plan de recuperación de territorios.
El Ejecutivo señaló que los traslados comenzaron el 26 de julio, y que solo el domingo se movieron más de mil 500 privados de libertad entre las prisiones de Ciudad Barrios y Chalatenango.
Apuntó que con estos movimientos se busca evitar que los miembros de la MS13 “sigan ordenando delitos desde la cárcel” a sus compañeros en las calles.
“Estos traslados han permitido cortar las comunicaciones de los penales hacia el exterior y desmantelar la organización que tienen los pandilleros”, acotó la fuente.
Estado de emergencia
La administración del presidente Nayib Bukele decretó el 21 de junio un estado de emergencia en las prisiones, con lo que los reos han permanecido encerrados en sus celdas y sin recibir visitas.
El 18 de este mes, el mandatario Bukele ordenó levantar paulatinamente dicha emergencia, para que los reos puedan “recibir sol, ir a talleres, a las granjas penitenciarias y recibir clases”, de acuerdo con lo indicado.
No obstante, el jefe de Estado señaló que las visitas se mantendrán prohibidas indefinidamente.
Activistas critican a Bukele por estas acciones, y han denunciado que los reos son golpeados injustificadamente por los guardias.
El Gobierno lanzó el 20 de junio un plan para recuperar los territorios controlados por las pandillas y cortar sus fuentes de financiación, con la concentración de unos 6 mil policías y soldados en 17 municipios.
Con la segunda fase de dicho plan, Bukele busca luchar contra el reclutamiento de jóvenes por parte de las maras.
El Gobierno pidió recientemente al Congreso US $91 millones para proyectos de educación, salud, empleo, becas, deporte, arte, agua potable y vivienda, que ejecutará la dirección de la Unidad de Reconstrucción de Tejido Social en comunidades con presencia de pandillas.
Las autoridades de El Salvador responsabilizan a las pandillas MS13, Barrio 18, y otras minoritarias, de los altos índices de homicidios, de entre 103 y 50.3 por cada 100 mil habitantes entre 2015 y 2018, cifras que ponen a la nación como una de las más violentas del mundo.