Adiós a una leyenda

Bryan Anton2

Falleció la Coneja Sánchez, un ícono en el futbol guatemalteco.

Único y revolucionario en el campo, con una picardía para incomodar a los rivales. El último 10. El histórico y uno de los más grandes futbolistas que ha nacido en este país, ese es el legado de Óscar el Conejo Sánchez, quien falleció ayer por la madrugada a sus 64 años, por quebrantos de salud.

Transcurrían las primeras horas del día, pero se iba el Conejo, quien se encargó de escribir con los pies su leyenda, cuya obra sigue y seguirá vigente en una nación en la que, si bien el futbol es el deporte rey, en la actualidad carece de jugadores de la estirpe de Sánchez.

Problemas en el corazón aquejaron durante los últimos meses a Sánchez, a tal punto que hace semanas fue intervenido quirúrgicamente y le fue colocado un marcapasos; sin embargo, tuvo una recaída, fue sometido a una nueva operación y un paro cardiaco terminó con su vida.

Ases Minar fue el equipo con el que Sánchez dio sus primeros pasos antes de recalar en Comunicaciones, conjunto con el cual conquistó 5 títulos. Pero su brillo también pasó por Municipal, Aurora y Cobán Imperial, además de la Selección Nacional.

Las plataformas digitales son la herramienta útil para revivir o disfrutar las peripecias del Conejo Sánchez, quien aguardaba como su mejor gol, aquel anotado de forma olímpica en el Doroteo Guamuch Flores, a México, en el que jugaba Hugo Sánchez, en 1976.

En marzo del año pasado sostuvo su última charla con este matutino en los campos del Roosevelt, lugar donde se desempeñaba como formador de futbolistas. Esa vez hubo tiempo para hacer contacto con el balón, y un par de tecniquitas y cabezazos amenizaron la entrevista.

Aunque el Conejo es uno de los baluartes del futbol, él no tenía uno en específico, pues en su época todos los que lo rodeaban sobresalían. “Cuando jugué todos eran muy buenos; ahora son contados”, dijo, y mencionó aquella vez a José Contreras, Juan Carlos Plata y Carlos Ruiz.

Sánchez es el máximo goleador crema, con 165 goles, y el segundo del futbol nacional, con 259, solo superado por Plata, con 302. El Conejo dio un brinco al Olimpo, con una huella imborrable.