La tormenta tropical Barry ha continuado debilitándose al cruzar el estado de Luisiana, en Estados Unidos, en dirección al norte y al oeste, aunque las autoridades todavía mantienen la alerta por el riesgo de inundaciones.
La tormenta, que tocó tierra el sábado en Luisiana tras haber sido brevemente huracán antes de llegar a la costa, se mueve a un ritmo lento por el interior del estado, a una velocidad de entre 5 y 10 millas por hora (unos 8 y 17 kilómetros por hora), informó el Canal del Tiempo.
Desde el sábado ha habido inundaciones en partes de la costa de Luisiana, en el golfo de México. El nivel del agua ha estado entre 2 y 3 pies (61 centímetros y 91.5 centímetros) por encima de lo normal en áreas costeras como Vermillion, Iberia y Saint Mary.
Aún están atentos al riesgo de inundaciones
Pese a su debilitamiento, la alerta por inundaciones persiste en algunas zonas de Luisiana, así como de los estados de Misisipi, Alabama, Arkansas y Tennessee.
El lago Pontchartrain era uno de los puntos más vulnerables de sufrir inundaciones en Luisiana, aunque de momento la situación no se ha desbocado.
El alcalde de la ciudad de Mandeville, Donald J. Villere, cuya población se ubica a orillas del lago, señaló a Efe por teléfono que tan solo se inundó una calle próxima a Pontchartrain sobre las 5:00 hora local de este domingo (10:00 hora GMT).
“Pasó rápidamente de una pulgada (2.54 centímetros) de agua a unos dos pies (60 centímetros)”, indicó Villere, quien subrayó que “gracias a Dios no ha ido a más”.
“El viento fuerte apenas ha causado daños y como mucho se ha inundado el sótano de alguna casa, pero poco más”, destacó el alcalde, quien aseguró que ninguna persona ha tenido que ser evacuada de su vivienda ni se han sufrido cortes de corriente eléctrica.
Pese a que los daños han sido limitados en Mandeville, Villere se mostró precavido y partidario de que los vecinos permanezcan en sus casas.