Un cuarto de siglo después de haber triunfado en las pantallas de todo el mundo, Disney calienta motores para la vuelta de The Lion King al cine con un nuevo espectáculo en su parque temático en París.
Singular
The Lion King: Rhythms of the Prideland es el núcleo de la temporada en Disneyland París, con una revisión del clásico de animación en forma de musical, que no está emparentado con la obra que han presentado durante años los teatros de las principales capitales.
El Festival del Rey León y de la Selva, que se abre esta semana en el corazón del mundo Disney en Europa, precede a la llegada a los cines, este mes, del remake del clásico, que recurre a avanzados efectos digitales.
Una de las singularidades del musical es la introducción sobre el escenario del “cantasignos”, o la adaptación que hizo el coreógrafo español Juan Fuentes del lenguaje de signos francés a la música y la danza del espectáculo.
Entre las decenas de cantantes, actores y acróbatas que aparecen en escena, hay siempre un artista sordo colocado en un lugar muy visible, no solo para traducir las letras de la canción sino como parte de la propia coreografía.
Fuentes explicó que no tenía experiencia en ese campo, pero pidió colaborar con personas sordas para lograr transmitir la emoción de los temas compuestos por Elton John: “El trabajo para ellos es muy duro. Al no oír el espectáculo musical, lo trabajamos desde la primera nota hasta la última, con cuentas y con ritmos. Escena por escena, llegamos a crear su canto”.
El nuevo musical de Disneyland está dirigido por Christophe Leclercq, quien adapta las canciones originales al gusto de las nuevas generaciones. “No íbamos a revisar la historia del Rey León, pero queríamos algo nunca visto”, señaló.
Junto a este show, también se estrena The Jungle Book Jive, que tiene como estrellas a los protagonistas de El libro de la selva.