El Centro por la Justicia y el
Derecho Internacional (Cejil) dijo que el plan “Sembrando Vida” lanzado por
México y El Salvador para frenar la migración “parece superficial” y no ataca
las causas de la movilidad de miles de personas que huyen de la violencia y
buscan protección.
En una declaración a EFE, la subdirectora
de Cejil para Centroamérica y México, Marcela Martino,
expresó la preocupación de la ONG por que “este plan se torne una medida más
para disuadir a las personas de buscar protección”, en abierta contradicción
con los estándares internacionales de derechos humanos.
Los presidentes de México, Andrés Manuel López
Obrador, y el salvadoreño, Nayib Bukele, pusieron el jueves en marcha el
programa “Sembrando vida. Plan de Desarrollo para la Migración”, que llevará al
país centroamericano el proyecto de reforestación mexicano con una inversión de
US $30 millones de dólares para generar 20 mil empleos y así frenar la
migración en la región.
El programa permitirá sembrar sistemas
agroforestales en 50 mil hectáreas en El Salvador y se enmarca en las acciones
mexicanas para controlar los flujos migratorios hacia el norte a cambio de que
Estados Unidos no le imponga aranceles a sus productos.
Entre esas medidas está el envío de 6 mil
miembros de la Guardia Nacional de México a la frontera sur para contener la
migración.
Para Cejil, una organización no gubernamental consultora ante la
Organización de Estados Americanos (OEA), las acciones anunciadas por México y
El Salvador “en particular en el plan Sembrando
vida, parecen superficiales y no atienden a muchas de las razones
estructurales de la movilidad”.
Esas razones son “la situación de inseguridad,
violencia y corrupción que enfrenta el pueblo salvadoreño, así como la
incapacidad del Estado de proteger a su población”, precisó Martino.
La abogada señaló que el “plan privilegia un
desarrollo económico basado en el libre comercio en vez de centrarse en el
respeto de los estándares mínimos de derechos humanos que muchas veces se ven
violentados por estas formas de economía y proyectos de desarrollo”.
Cejil,
que también es consultor ante la ONU y la Comisión Africana de Derechos
Humanos, enfatizó que este plan de México y El Salvador, y cualquier otra
medida, “debe tomar en consideración las responsabilidades internacionales en
la materia del Estado mexicano”.
Así, “preocupa que este plan se torne una medida
más para disuadir a las personas de buscar protección, como ha sido la
movilización de la Guardia Nacional a la frontera sur de México”.
Esa resolución “pone en riesgo los derechos
humanos de las personas migrantes, socava su derecho a salir de su país, limita
su posibilidad de solicitar asilo y pone en peligro su integridad y su vida”,
añadió Martino.
Frente al plan, Cejil hizo
un “llamado a los Estados de la región para seguir trabajando de manera
articulada (…) no solo entre sí y con organismos internacionales, sino
también con organizaciones de sociedad civil y población migrante y refugiada”.
Panamá, EFE