Los hospitales en los departamentos catalogados como conflictivos fueron reforzados con medicamentos e insumos, con el fin de prevenir cualquier contingencia que pudiera ocurrir durante las elecciones.
“También hicimos lo mismo con los nosocomios más grandes: el Roosevelt y el San Juan de Dios, como medida por si llegara a existir una emergencia”, afirmó el ministro de Salud, Carlos Soto.
Las autoridades anunciaron que, como parte de la vigilancia interinstitucional, la red hospitalaria del país se encuentra en alerta naranja, lo cual que implica tener abastecimiento de medicamentos e insumos médico quirúrgicos arriba del 80 por ciento.
Los cuartos de insumos para desastres deben estar lo suficientemente aprovisionados, agregó Soto.
Esta alerta se activó el pasado jueves, a las 8:00, y se desactivará el martes a las 12:00, según un comunicado del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social. “Esperamos en Dios que no pase nada, pedimos al pueblo que vayan a votar”, dijo el titular de la cartera de Salud.