Cientos de maestros y médicos de Honduras volvieron ayer a la calle en su quinto día de paro indefinido, al que se sumaron empleados del Instituto Hondureño de Seguridad Social, en rechazo a dos leyes asociadas a educación y salud, pese a que el Gobierno anunció su derogación la noche del domingo.
Las movilizaciones mantienen paralizadas las labores en escuelas y colegios públicos de las principales ciudades del país, así como en hospitales y centros de salud.
El presidente Juan Orlando Hernández informó la derogación de los dos decretos que causaron la polémica; sin embargo, la Plataforma por la Defensa de la Salud y la Educación ha pedido seguir con las protestas.
Hernández indicó que se aprobaron 2 nuevos decretos ejecutivos que incluyen la instalación de 2 mesas de trabajo, orientados al mejoramiento de la educación y la salud pública. Tegucigalpa, EFE