A un año de la tragedia causada por la erupción del volcán de Fuego, que afectó a familias de Escuintla, Sacatepéquez y Chimaltenango que vivían en las cercanías del coloso, la esperanza y la sonrisa han vuelto y se reflejan en el rostro de los damnificados.
Y es que, desde que ocurrió el desastre, el Gobierno no ha escatimado esfuerzos para paliar la situación de quienes perdieron a sus seres queridos y bienes materiales.
Ahora, las primeras 168 familias están decididas a rehacer su vida con optimismo, alegría y esperanza en las viviendas que fueron entregadas por el Gobierno, a donde están siendo trasladadas, en el marco de la Operación Cambio, en el proyecto La Dignidad, Escuintla. En total serán mil casas, de las cuales el presidente Jimmy Morales comenzó a entregar 168.
El Ejército apoya a las familias en el traslado de sus pertenencias de los Albergues de Transición Unifamiliares, donde permanecían desde agosto del año pasado. La Unidad para el Desarrollo de Vivienda Popular del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda también participa colaborando en confirmar la identidad de los propietarios de las viviendas.
En opinión de los favorecidos, aunque la pérdida de vidas es irreparable, tener la bendición de un techo es motivo de agradecimiento, por una segunda oportunidad.