Western stars, el esperado primer disco de estudio de Bruce Springsteen en cinco años, pone muchas millas de tierra de por medio, tanto con el activista comprometido como con el músico de dinámicas grandilocuentes, en pos de un ejercicio de estilo más pequeño, bonito, casi una postal desde el lejano Oeste.
Punto de fuga
Sin la E-Street Band como compañeros de viaje, el 14 de junio el Boss publicará la continuación de High hopes (2014), un álbum de arreglos orquestales calculados, en el que los violines acompañan casi todo el periplo y roban protagonismo a las emblemáticas guitarras del mùsico de New Jersey.
Inspirado “en los discos pop del sur de California de finales de los 60 y principios de los 70”, según el propio Bruce Springsteen comentó, su último trabajo constituye no tanto un punto y aparte en su trayectoria. Más bien, un punto de fuga a paisajes y ambientes de esa América ajena al paso del tiempo y, probablemente también, a los vaivenes de la política.
Western stars rezuma carretera y se nutre de los motivos poéticos habituales en los discos de viaje: amaneceres, atardeceres, kilómetros y noches en soledad, alcohol, nostalgia, expiación y huida.
Superados los pasajes más taciturnos, en los que Springsteen se cuelga la guitarra y agrava la voz con poso country, el tono general es, sin embargo, optimista, desde la inicial, Hitch hiking, en la que aparecen violines y campanillas que llenan de oxígeno un tema que crece desde la sencillez, mientras él canta: “Soy un canto rodado que simplemente rueda”.
Ese tipo de melodías luminosas y desenfadadas predominan especialmente en el primer tramo, con cortes joviales como Sleepy Joe’s Cafe, en el que se sumerge en noches etílicas en las que no existe la mañana del lunes, en busca de una confianza íntima y colectiva que en algún momento parecían perdidas.
“Ya sabes cómo siempre me han gustado esas ciudades solitarias donde no hay nadie”, llega a cantar en Hello sunshine, uno de los dos anticipos conocidos del disco, junto a There goes my miracle. Se trata de “canciones basadas en personajes”, aseguró el Boss.
En muchos casos cuesta desligar lo que dice de un contexto social o personal, como cuando habla de la pérdida de la juventud e invita a vivir entre ginebra, estrellas y ¿viagra? (“Esa pequeña pastilla azul”,
afirma).