El asentamiento urbano maya, localizado en Petén, sirvió como centro de control.
El proyecto La Blanca, nacido en 2004 con el objetivo de realizar investigaciones arqueológicas, poner en valor su patrimonio cultural y contribuir al desarrollo económico y social de la comunidad, permitió descubrir en Petén un asentamiento urbano maya que fue centro del comercio.
Punto de intercambio
“Este asentamiento urbano controlaba esa red comercial que discurre por los ríos, que vienen de la región de Belice, y llegan hasta las montañas mayas. Con lo cual eran vías de transmisión entre las tierras altas y las bajas, y por ahí circulaban todo tipo de bienes de consumo y también ideologías”, aseguró Cristina Vidal, catedrática del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Valencia y directora científica del proyecto.
Vidal dijo que estos hallazgos, después de 15 años de trabajo, confirmaron la hipótesis de partida, que establecía que la fundación de La Blanca se debía a que estaba en el estratégico valle del río Mopán, muy cerca del afluente río Salsipuedes, en Petén.
Arquitectura excepcional
Este asentamiento urbano maya, de una arquitectura palaciega “excepcional”, de gran calidad y con unos edificios de “gran tamaño”, fue en esa época “un centro de control”, como se observa en las estructuras, los relieves, las pinturas murales, las ollas, las vasijas polícromas, las figuras de cerámica y otros materiales arqueológicos que les ayudan a “reconstruir el pasado de los habitantes que vivían aquí”.
Vidal recordó que en los grafitos se representan escenas que dan a entender que se trató de un sitio “importante”, que dependía de otro mayor aún por determinar. Agregó que hay restos de animales que permiten concluir la existencia de “un zoológico muy interesante” que formaba parte de los rituales y banquetes de los palacios.
En el período 2004-2018, los expertos hicieron excavaciones extensivas en los principales espacios urbanos de esta ciudad maya, cuya época de mayor esplendor fue el Clásico Tardío y el Terminal.
Una de las áreas de esta ciudad es su Acrópolis, coronada por palacios que rivalizan en tamaño y calidad constructiva con Tikal o Naranjo. En el Palacio de Oriente de La Blanca se encuentra la bóveda más ancha hasta ahora registrada en la zona (no menos de cuatro metros), lo que da una idea de los encuentros que debieron celebrarse en esta estancia, explicó el catedrático de la Universidad Politécnica de Valencia y director de temas de restauración y conservación de La Blanca, Gaspar Muñoz.
El proyecto ha usado nuevas tecnologías para la excavación, restauración y puesta en valor de la arquitectura, como láser y creación de modelos 3D de alta calidad, añadió el rector de la Universidad Politécnica de Valencia, Francisco Mora. La iniciativa, que se desarrolló con el apoyo del gobierno de Guatemala, ha sido financiada desde sus inicios por el Gobierno de España, la Universidad de Valencia y la Universidad Politécnica de Valencia, con no menos de US $1.12 millones (Q8.62 millones).
Los resultados de la investigación fueron entregados al Ministerio de Cultura y Deportes, en un acto presidido por Gladys Palala, viceministra de Patrimonio Cultural y Natural, informó la cartera.
