Visitamos la Escuela de Circo Batz, para conocer de cerca esta práctica.
Las tablas de un escenario no son las únicas en las que la danza se luce pues, en las alturas, este arte también puede fluir y tener libertad de movimiento. Para seguirle el paso a la danza aérea, un proceso que combina disciplinas artísticas y deportivas, visitamos la Escuela de Circo Batz, 2a. calle 12-42, zona 1.
El deporte, complemento
Subir, bajar, dar vueltas o sostenerse con las piernas en uno de los aparatos, son parte de las técnicas que se aprenden en la danza aérea. Esta práctica, afirma Luis Cuxum, instructor de la Escuela de Circo Batz, no es exclusiva de quienes se dedican al baile o al arte, ya que en ella confluyen muchas otras disciplinas. De hecho, agrega, el deporte es un complemento, pues la fuerza física y la flexibilidad son necesarias.
Descubra. La Escuela de Circo Batz ofrece cursos libres de danza a lo largo del año. La inscripción tiene un costo de Q100 y la mensualidad, Q400.
Del suelo al cielo
La danza aérea, explica Cuxum, involucra un desplazamiento corporal constante y una fluidez de movimientos que se combina con acrobacias. Por eso, es importante enfocarse en trasladar la danza, los pasos y las coreografías del suelo “al cielo”: “Si no entendemos cómo se hacen las cosas en el piso, no sabremos cómo presentarlas en un aparato aéreo. Tenemos que jugar con la música y tener claro el mensaje que queremos dar al mover el cuerpo con las técnicas adecuadas”.
Tres aparatos
Esta disciplina permite dibujar figuras que sorprenden a quien las ve, y para ello se vale de un trío de aliados: el trapecio, la lira (aro) y las telas. Estas últimas, comenta el instructor, son las más comunes, pues en ellas se aprenden los agarres básicos, y se forja la fuerza estabilizadora y los nudos necesarios para trasladarse en el aire. A pesar de ser la herramienta más elegida, todos aquellos que se forman en la danza área exploran los tres aparatos.
No hay límites
Al observar la fuerza y movilidad que se requiere para dominar los aparatos aéreos, se llegaría a pensar que esta técnica es exclusiva de profesionales. Sin embargo, Alberto Stackman, trapecista de la Escuela de Circo Batz, indica que no hay impedimentos para quien desee entrar en este mundo. “No hay límite de edad, ni si quiera el peso es un obstáculo. Se requiere paciencia y constancia; la flexibilidad y la fuerza se consiguen con el tiempo”.
Los que sí es absolutamente necesario es practicar la danza área con seguridad. El equipo y anclajes de los aparatos deben revisarse antes de iniciar. Stackman destaca que aunque algunas técnicas se ven simples, se debe trabajar en equipo para inspeccionar los soportes y también contar con colchones de seguridad. “Estos elementos son obligatorios, porque a veces pensamos que no nos pasará nada pero, podríamos causarnos una lesión severa si no contamos con ellos”, finaliza.