Once Upon a Time…in Hollywood, de Quentin Tarantino, era la película más esperada de Cannes. Si a eso se añade que Brad Pitt y Leonardo DiCaprio, sus protagonistas, se pasearon por la alfombra roja y el Palacio de Festivales, la revolución está servida.
Expectativa
Desde casi una hora antes se agolparon ayer los periodistas a las puertas de la sala en la que se celebró la conferencia de prensa de Once Upon a Time…in Hollywood, una expectativa que no ha levantado ninguna estrella o filme de los que han pasado por la 72 edición del festival.
Posar ante los fotógrafos hizo que el equipo se retrasara y redujera el tiempo de sus declaraciones, para desesperación de los periodistas que esperaban. Los actores no estuvieron demasiado habladores, mas con su sola presencia conquistaron a todos los asistentes.
Más allá de la propia película, la atención estaba puesta en Brad y Leo, que actúan juntos por primera vez. “Fue increíble. Se puede decir que somos de la misma generación porque empezamos a trabajar en la misma época”, dijo Leo, pese a que él tiene 44 años y Pitt 55. De su compañero de reparto añadió que es un intérprete “extraordinario y un profesional”.
Homenaje al cine
Brad destacó lo alegre que fue el rodaje junto a Leo. “Fue lo mejor de lo mejor. Tenemos las mismas referencias, llegamos en el mismo momento al cine, tenemos experiencias similares, fue muy divertido”. En el filme encarnan a dos amigos que se enfrentan al fin de una época sin saber muy bien qué hacer de su vida.
Ante los medios se mostraron amistosos y relajados. Más serio, Pitt habló del horror que supuso el asesinato de Sharon Tate, alrededor del cual se desarrolla la película; y más ligero DiCaprio, resaltó el homenaje de Tarantino al cine y que el cerebro del director es como “entrar en la base de datos de una computadora”.
Al acabar la rueda de prensa, los gritos que se oían eran “Brad” y “Leo”, porque los periodistas también se convierten en fans en los festivales y piden autógrafos.